Al leer la revista "Orgullo" y ver que el Municipio de San Borja se enorgullece del avance en cuanto a la instalación de elementos de control de velocidad -las famosas gibas o rompemuelles- no puedo evitar preguntarme: ¿cuándo llegaran al Jr. Mercator cuadra 5? Zona escolar que no cuenta con dichos elementos en forma adecuada; de hecho tampoco cuenta con una apropiada señalización, mucho menos con algo tan básico como un crucero peatonal.
Y es que hace un buen tiempo tengo una espina clavada en mi ser, misma que proviene de un evento desafortunado que había prometido mantener en secreto; pero esta Revista Municipal -que quisiera creer no se trata de una publicación publicitaria- se encargó de traerlo de vuelta, hacer que lo reviva como si fuera hoy. Resulta que hace un par de años nuestras autoridades ediles tuvieron la genial idea de "borrar" la cebra peatonal que existía a la altura de la puerta principal del colegio que dirijo, muy envalentonado me apersone en las oficinas de la gerencia municipal encargada de estos temas a solicitar restituyan la cebra, así mismo aproveche indicar las carencias que teníamos en cuanto a señalización y los, ahora famosos, elementos reductores de velocidad. El gerente municipal, un comandante del cual no recuerdo su nombre pero si su pedantería, se negó atenderme -digo se negó porque él dijo que no me atendería delante mío- haciendo que un ingeniero cumpla a cabalidad con el origen etimológico de la palabra y se las ingenie para explicarme porqué no correspondía giba ni cebra peatonal sobre la calzada del frontis del colegio, indicándome además que no existían las facilidades para instalar una adecuada señalización vertical en la zona.
Por un momento me llene de fe y apele a su razonabilidad, proponiéndole una solución integral al problema, la instalación de un nada complejo artilugio al cual los peruanos hemos bautizado como camellón. Esta sencilla construcción eleva la altura de una sección transversal de la calzada hasta el nivel de las aceras, haciendo que estás se puedan unir fácilmente. Esto solucionaba -a mi modesto parecer- no solo nuestros tres problemas o carencias pues el camellón de por si es un elemento reductor de velocidad, por sus dimensiones sirve como crucero peatonal y además brindaba las facilidades técnicas para instalar las señales verticales; sino que además serviría como una opción de acercamiento para las personas con discapacidad, dado que la acera en esta zona no se encuentra adecuadamente nivelada -notese que la publicación también habla sobre la "preocupación" del distrito sobre este tema-. El ingeniero me indicó que en caso deseara hacer tal obra, debía dirigirme al municipio metropolitano, me entregó un post-it con los números de ordenanzas y normas técnicas que se debían cumplir y me mando de vuelta a mi trabajo.
Las personas que me conocen saben que no soy de darme por vencido pronto, así que volví a la carga, esta vez intente explicarle que la legislación peruana vela principalmente por el bienestar de los niños y jóvenes, y que las medidas que venían tomando afectaban directamente su seguridad: ¡la Municipalidad de San Borja estaba dejando desprotegidos a sus niños y jóvenes! Creo que mi comentario no le gusto en absoluto pues en respuesta me dijo muy cariñosamente que ellos sabían lo que hacían y que yo debería estar agradecido de que no retirasen la "media giba" que existe, pues esta tampoco nos correspondía.
Créanme que leí de cabo a rabo los dichosos documentos y llegue a la conclusión de que en San Borja no querían ser razonables, tampoco deseaban protegen a los cientos de niños que estudiaban y estudian en muchos colegios de San Borja. Además del centro educativo que dirijo he podido apreciar cebras borradas en el frontis del nido María Inmaculada y a la altura de las puertas de ingreso de los colegios Romeo Luna Victoria y Libertador San Martín; no existen elementos reductores ni señalización adecuada en las inmediaciones de los nidos María de Los Ángeles, Felices y Talentosos y otros muchos.
Seguramente alguien me dirá que pretendo estar por encima de la ley, pero no es así, solo pretendo que las autoridades sean razonables con las instituciones educativas del distrito y velen por la seguridad de nuestros niños y jóvenes. Después de todo, los vecinos sanborjinos nos caracterizamos por ser razonables, y lo demostramos al no reclamar por el camellón de dimensiones colosales sobre la calzada del frontis del palacio municipal -yo que he leído las normas, doy fe que excede largamente las normas reglamentarias-; también somos razonables con el cierre diario de la calle sobre la cual se encuentra la puerta de acceso de la cuna-jardín municipal, mismo que se produce a la hora de ingreso y salida del alumnado. De más está decir que nos gustaría tener autoridades igual de razonables.
Por eso la última edición de la Revista "Orgullo" me hace pensar que podríamos volver a creer, pensar que las autoridades razonables han llegado y con ello quizá los elementos reductores de velocidad, y así recuperar algo de la calma perdida. Mi propuesta es la misma de hace unos años, un camellón que haga las veces de elemento reductor de velocidad, crucero peatonal y base para poder colocar la señalización vertical; no hace falta ser un genio en urbanismo y tránsito para darse cuenta de ello, solo hace falta de una pizca de sentido común. A los genios de la comuna sanborjina los esperare con optimismo en la cuadra 5 del Jr. Mercator, ojalá Nuestra Señora del Rosario los ilumine y les marque el camino.
viernes, 23 de junio de 2017
miércoles, 10 de mayo de 2017
Anecdótico, triste pero anecdótico
Parafraseando al genial César Vallejo, hay golpes en la vida tan fuertes, yo no se... golpes como el que recibí el último lunes, día en el cual pude confirmar que uno de mis más profundos temores: a muchos de los padres de hoy les importa un rábano la educación de sus hijos.
Resulta que en la institución educativa que me honro en dirigir tenemos la sana costumbre de rendir honores a Nuestro Creador y a nuestra Patria -en ese orden- todos los días lunes antes de iniciar nuestras labores de la semana; como es obvio -por una cuestión de respeto hacia Dios, la Patria y nuestra institución- cerramos la puerta de ingreso al alumnado que llegue tarde, permitiendo su ingreso al terminar la actividad. Hasta aquí todo bien, a algunos padres les puede molestar, pero entienden habiendo llegado tarde -lo cual de por si es una falta- les queda respetar la actividad formativa de inicio de semana, misma que es consecuente con los fines y objetivos que persigue la institución educativa que ellos eligieron libremente para sus hijos.
Si hasta ahora no entienden el porqué de mis palabras iniciales, es que aún no les he contado lo que sucedió al reabrir las puertas. Ocurrió que una madre de familia -tan preocupada y abnegada ella- llevó tarde a su hija y no tuvo mejor idea que ingresar al colegio en forma prepotente, arrollando a los alumnos que se encontraban a su paso y mostrando a viva voz su indignación por el tamaño "atropello" que había significado el hacer esperar a su niña. Traté de hacerla entrar en razón, explicándole la importancia de la puntualidad; sin embargo esta dama no entendía, manifestando que eramos unos intransigentes y que llegar unos minutos tarde carecía de importancia. No contenta con ello continuo su arremetida calificándonos de poco menos que infrahumanos por no haber interrumpido la oración que Jesucristo nos enseño, o en su defecto, las sagradas notas de nuestro Himno Nacional; para que de esta manera su pequeña pueda hacer su ingreso triunfal. Todo esto ocurría frente a un privilegiado grupo de alumnos -mismo que previamente había sido atropellado por la señora protagonista de esta historia- que desconcertados miraban el incidente; obviamente frente a ellos no podía flaquear, debía mantenerme firme en mis principios y en aquello que considero lo mejor para su educación, para su futuro; por ello, apelando a la "Santa Paciencia" me atreví a preguntarle sobre cómo pretendía que formemos a su hija en sólidos valores humanos, cívicos y cristianos, si ella misma no era capaz de dar la importancia debida a temas fundamentales como el respeto, el orden y la puntualidad... ¿para qué me atreví a ello? en ese momento su voz se escucho más fuerte que nunca, como queriendo demostrar que en el Perú el que grita más fuerte es dueño de la razón -lamentablemente la ley de la prepotencia cada día gana más adeptos-, increpandome "¡así no es!". Muy internamente pensaba en responder "¿entonces cómo diablos es?", pero me lo guarde, respire profundamente y la invite amablemente a retirarse y dejarnos trabajar; ante su negativa le di cortésmente la espalda y atendía a mis alumnos, con el mismo cariño de siempre y rogando que en el futuro no se vuelvan como esa señora; finalmente el personal de seguridad cumplió su labor.
Ahora más calmado, y habiendo asimilado el golpe, no me queda más que seguir remando contra corriente por conseguir mi ideal de formar personas de bien para el futuro, personas con un alto sentido de responsabilidad social, personas preparadas para ser exitosas en una sociedad, personas con sólidos valores y virtudes; aún cuando en sus casas no compartan este ideal. Este episodio lo dejare como algo anecdótico, triste pero anecdótico.
Resulta que en la institución educativa que me honro en dirigir tenemos la sana costumbre de rendir honores a Nuestro Creador y a nuestra Patria -en ese orden- todos los días lunes antes de iniciar nuestras labores de la semana; como es obvio -por una cuestión de respeto hacia Dios, la Patria y nuestra institución- cerramos la puerta de ingreso al alumnado que llegue tarde, permitiendo su ingreso al terminar la actividad. Hasta aquí todo bien, a algunos padres les puede molestar, pero entienden habiendo llegado tarde -lo cual de por si es una falta- les queda respetar la actividad formativa de inicio de semana, misma que es consecuente con los fines y objetivos que persigue la institución educativa que ellos eligieron libremente para sus hijos.
Si hasta ahora no entienden el porqué de mis palabras iniciales, es que aún no les he contado lo que sucedió al reabrir las puertas. Ocurrió que una madre de familia -tan preocupada y abnegada ella- llevó tarde a su hija y no tuvo mejor idea que ingresar al colegio en forma prepotente, arrollando a los alumnos que se encontraban a su paso y mostrando a viva voz su indignación por el tamaño "atropello" que había significado el hacer esperar a su niña. Traté de hacerla entrar en razón, explicándole la importancia de la puntualidad; sin embargo esta dama no entendía, manifestando que eramos unos intransigentes y que llegar unos minutos tarde carecía de importancia. No contenta con ello continuo su arremetida calificándonos de poco menos que infrahumanos por no haber interrumpido la oración que Jesucristo nos enseño, o en su defecto, las sagradas notas de nuestro Himno Nacional; para que de esta manera su pequeña pueda hacer su ingreso triunfal. Todo esto ocurría frente a un privilegiado grupo de alumnos -mismo que previamente había sido atropellado por la señora protagonista de esta historia- que desconcertados miraban el incidente; obviamente frente a ellos no podía flaquear, debía mantenerme firme en mis principios y en aquello que considero lo mejor para su educación, para su futuro; por ello, apelando a la "Santa Paciencia" me atreví a preguntarle sobre cómo pretendía que formemos a su hija en sólidos valores humanos, cívicos y cristianos, si ella misma no era capaz de dar la importancia debida a temas fundamentales como el respeto, el orden y la puntualidad... ¿para qué me atreví a ello? en ese momento su voz se escucho más fuerte que nunca, como queriendo demostrar que en el Perú el que grita más fuerte es dueño de la razón -lamentablemente la ley de la prepotencia cada día gana más adeptos-, increpandome "¡así no es!". Muy internamente pensaba en responder "¿entonces cómo diablos es?", pero me lo guarde, respire profundamente y la invite amablemente a retirarse y dejarnos trabajar; ante su negativa le di cortésmente la espalda y atendía a mis alumnos, con el mismo cariño de siempre y rogando que en el futuro no se vuelvan como esa señora; finalmente el personal de seguridad cumplió su labor.
Ahora más calmado, y habiendo asimilado el golpe, no me queda más que seguir remando contra corriente por conseguir mi ideal de formar personas de bien para el futuro, personas con un alto sentido de responsabilidad social, personas preparadas para ser exitosas en una sociedad, personas con sólidos valores y virtudes; aún cuando en sus casas no compartan este ideal. Este episodio lo dejare como algo anecdótico, triste pero anecdótico.
jueves, 4 de mayo de 2017
Se Necesitan Docentes Extraordinarios
Tengo buen tiempo tratando de redondear ideas y finalizar artículos, de hecho tengo tres en cola que, cada vez que se me vienen las ideas y corro a un computador para cerrarlos, ocurre algo en el camino que me distrae. Pues bueno, me acaba de ocurrir una vez más, pero ahora resulta que el tema distractor se convirtió en un nuevo tema, el cual por el hondo malestar que me produjo, me veo en la obligación de compartir mi parecer con el mundo -siendo honestos, con la pequeña porción del mundo que se toma el trabajo de leerme-.
Para una persona que ha entregado su vida a la docencia, me resulta difícil de comprender el porqué nuestra profesión es tan mal vista en algunos círculos, el porqué somos menospreciados como profesionales, el porqué no obtenemos un reconocimiento acorde a la ardua labor que realizamos. No debería ser así, después de todo, todos en algún momento de nuestras vidas hemos tenido un docente, maestro o profesor, el cual aporto su granito de arena en lo que somos el día de hoy.
Dicho lo anterior, ser docente es una cuestión de orgullo, es una responsabilidad con el futuro del mundo, es la oportunidad que nos brinda el destino de ser participes en los cambios del mañana; ser docente significa modelar a los hombres y mujeres que tomarán esta nave espacial llamada Tierra como suya en muy poco tiempo, y deben estar capacitados para pilotearla con éxito. Por ello, un docente no puede fallar nunca, debe hacer su trabajo y hacerlo bien.
Esto último me lleva al motivo de mi malestar personal sobre el cual hice mención previamente, y es que existen muchos colegas para los cuales hacer bien su labor docente consiste en impartir una buena clase, enseñar nuevas técnicas y conceptos, mostrar herramientas para desarrollar las habilidades personales y sociales, ser el agente activo que busca transmitir nuevos conocimientos y destrezas; en otras palabras, tener un buen manejo de grupo en el aula y obtener resultados académicos medibles. Esto señores, es el trabajo elemental y básico que debería realizar cualquier docente, es la labor que realizamos para ganarnos nuestro sustento diario, es nuestra chamba; es decir, es el trabajo que realiza en forma ordinaria un docente.
A todos mis colegas que piensan así, que manifiestan que su función en esta vida es únicamente la de dictar clase, les digo entonces una gran verdad: son docentes ordinarios. Y aunque la dichosa palabrita suene fuerte, se ajusta a la perfección, es lógica lineal, ¡si realizas un trabajo ordinario, entonces eres un profesional ordinario! Entonces, quisiera llegar un poco más allá, y plantear una respuesta a los muchos porqués que me planteaba previamente; y esta seria por la existencia de muchos docentes ordinarios.
Últimamente los profesionales buscan destacarse del resto por los títulos obtenidos, por los estudios realizados, por las especializaciones internacionales... díganme ustedes, ¿cómo diablos eso le es útil a un alumno? ¿acaso lo utilizan en su quehacer diario? Para mi los que valen son aquellos docentes que se reinventan día a día por captar la atención de sus alumnos; que se preocupan por el desarrollo intelectual, emocional, social, cultural y psicológico de los niños y jóvenes que tiene a su cargo; que buscan por todos los medios obtener la confianza de sus alumnos; que trabajan la mecánica adecuada para convertirse en ejemplo de vida; que se toman un tiempo extra para lograr la comprensión de contenidos de todo el grupo bajo su responsabilidad; aquellos que si ven a un alumno llegar tarde o dar una respuesta fuera de lugar no vacilan en corregirle de inmediato; los que no se hacen los sordos cuando un alumno lanza un improperio; los que les explican que existen normas para convivir armoniosamente en sociedad; aquellos que buscan modelar sus vidas de manera tal que elijan bien lo que desean ser en esta vida; aquellos que no abandonan la lucha -a pesar que a veces la colaboración de la familia es poca o nula-; aquellos nunca dejan de creer en sus pupilos; en resúmen, aquellos que hacen más de lo ordinario; convirtiendose entonces en docentes extraordinarios –que los hay y muchos-.
El día que nosotros mismos nos revaloremos y decidamos ser docentes extraordinarios, ese día se acabaran las discusiones y menosprecios hacia nuestra labor, ese día seremos mejor reconocidos social y económicamente. Ese día esta en nuestras manos, el gran cambio esta en todos y cada uno de nosotros, ¿asumen el reto? ¿nos volvemos todos extraordinarios? ¿o acaso piensan transitar toda su vida por la intrascendencia de lo ordinario? La pelota esta en su cancha, queridos colegas.
Para una persona que ha entregado su vida a la docencia, me resulta difícil de comprender el porqué nuestra profesión es tan mal vista en algunos círculos, el porqué somos menospreciados como profesionales, el porqué no obtenemos un reconocimiento acorde a la ardua labor que realizamos. No debería ser así, después de todo, todos en algún momento de nuestras vidas hemos tenido un docente, maestro o profesor, el cual aporto su granito de arena en lo que somos el día de hoy.
Dicho lo anterior, ser docente es una cuestión de orgullo, es una responsabilidad con el futuro del mundo, es la oportunidad que nos brinda el destino de ser participes en los cambios del mañana; ser docente significa modelar a los hombres y mujeres que tomarán esta nave espacial llamada Tierra como suya en muy poco tiempo, y deben estar capacitados para pilotearla con éxito. Por ello, un docente no puede fallar nunca, debe hacer su trabajo y hacerlo bien.
Esto último me lleva al motivo de mi malestar personal sobre el cual hice mención previamente, y es que existen muchos colegas para los cuales hacer bien su labor docente consiste en impartir una buena clase, enseñar nuevas técnicas y conceptos, mostrar herramientas para desarrollar las habilidades personales y sociales, ser el agente activo que busca transmitir nuevos conocimientos y destrezas; en otras palabras, tener un buen manejo de grupo en el aula y obtener resultados académicos medibles. Esto señores, es el trabajo elemental y básico que debería realizar cualquier docente, es la labor que realizamos para ganarnos nuestro sustento diario, es nuestra chamba; es decir, es el trabajo que realiza en forma ordinaria un docente.
A todos mis colegas que piensan así, que manifiestan que su función en esta vida es únicamente la de dictar clase, les digo entonces una gran verdad: son docentes ordinarios. Y aunque la dichosa palabrita suene fuerte, se ajusta a la perfección, es lógica lineal, ¡si realizas un trabajo ordinario, entonces eres un profesional ordinario! Entonces, quisiera llegar un poco más allá, y plantear una respuesta a los muchos porqués que me planteaba previamente; y esta seria por la existencia de muchos docentes ordinarios.
Últimamente los profesionales buscan destacarse del resto por los títulos obtenidos, por los estudios realizados, por las especializaciones internacionales... díganme ustedes, ¿cómo diablos eso le es útil a un alumno? ¿acaso lo utilizan en su quehacer diario? Para mi los que valen son aquellos docentes que se reinventan día a día por captar la atención de sus alumnos; que se preocupan por el desarrollo intelectual, emocional, social, cultural y psicológico de los niños y jóvenes que tiene a su cargo; que buscan por todos los medios obtener la confianza de sus alumnos; que trabajan la mecánica adecuada para convertirse en ejemplo de vida; que se toman un tiempo extra para lograr la comprensión de contenidos de todo el grupo bajo su responsabilidad; aquellos que si ven a un alumno llegar tarde o dar una respuesta fuera de lugar no vacilan en corregirle de inmediato; los que no se hacen los sordos cuando un alumno lanza un improperio; los que les explican que existen normas para convivir armoniosamente en sociedad; aquellos que buscan modelar sus vidas de manera tal que elijan bien lo que desean ser en esta vida; aquellos que no abandonan la lucha -a pesar que a veces la colaboración de la familia es poca o nula-; aquellos nunca dejan de creer en sus pupilos; en resúmen, aquellos que hacen más de lo ordinario; convirtiendose entonces en docentes extraordinarios –que los hay y muchos-.
El día que nosotros mismos nos revaloremos y decidamos ser docentes extraordinarios, ese día se acabaran las discusiones y menosprecios hacia nuestra labor, ese día seremos mejor reconocidos social y económicamente. Ese día esta en nuestras manos, el gran cambio esta en todos y cada uno de nosotros, ¿asumen el reto? ¿nos volvemos todos extraordinarios? ¿o acaso piensan transitar toda su vida por la intrascendencia de lo ordinario? La pelota esta en su cancha, queridos colegas.
jueves, 16 de marzo de 2017
Necesitamos ver más allá de lo evidente
Algún día tenía que pasar: me cansé de abrir mis redes sociales y ver tanto odio, resentimiento, rencor, enemistad, fanatismo, hostilidad, intolerancia e intransigencia que vierten gratuitamente los opinologos de turno sobre el tópico de moda: la ideología de género.
El tema es sumamente interesante y ha dejado al descubierto las más bajas pasiones de muchas personas; ha motivado que de un lado y del otro se lancen los más variopintos adjetivos; ha dado origen a nuevos colectivos civiles y a la aparición de nuevos líderes de opinión; ha generado nuevos temas de conversación en el seno de los grupos familiares y amicales; ha creado un conflicto de religiones y creencias; entre otras, haciendo que los peruanos -que creemos que lo sabemos todo- desviemos nuestra atención hacia un punto fijo, con lo cual "olvidamos" los demás problemas de nuestro país.
¿Acaso no es prioritario el tema de la seguridad ciudadana? Me van a disculpar, pero me parece un absurdo que personas que ni siquiera tienen hijos se anden preocupando por aquello que dice o deja de decir la curricular peruana y no digan ni pío acerca del miedo, pánico y terror que siembran las bandas criminales; no hay un miserable día en el que no tengamos muertes por la insania de estos delincuentes, victimas inocentes de esta horda de desadaptados que crece día a día en nuestro país sin que las autoridades muestren la más mínima intención real de ponerle freno... pero claro, más bonito es subir al twitter comentarios ofensivos contra los participantes en la marcha Con Mis Hijos no te metas, ¡eso si es cool!
¿No es necesaria acción inmediata para ayudar a nuestros compatriotas que están sufriendo las inclemencias del clima? Resulta carente de toda lógica que miles de personas manifiesten que la nueva curricular es una aberración y una ofensa a Nuestro Creador y no muestren un poco de solidaridad para con los pueblos que han sido arrasados por huaicos, inundados por las lluvias torrenciales y devastados por las cambiantes temperaturas... pero es obvio que compartir los enlaces de tal o cual sacerdote o pastor refiriéndose al tema de moda nos hace mejores hijos de Dios, ¡la gloria eterna es nuestra!
Y por último, pero no menos importante, ¿no es de interés nacional que el Presidente de la Republica nos aclare su participación en las repartijas de Odebrecht? Para este humilde servidor es inadmisible que nuestro "Presidente de Lujo" no haya sabido nada de este tremendo negociado; esta empresa trasnacional tiene muchos años haciendo tratos comerciales con nuestro país, aprovechando que nuestras autoridades tienen precio para hacer negocios redondos; en ese ínterin el Señor Presidente fue funcionario público y ministro de Estado, pero el no sabía nada, ¡que raro!... pero obviamente es mejor hacer divertidos memes de nuestras autoridades y su absurda defensa a la ideología de género -a la cual están tratando de enmascarar bajo otros nombres y ¡no nos damos cuenta!- y subirlos al ciber espacio vía instagram, y si logramos que nuestros seguidores lo compartan muchas veces, ¡mejor!
Señoras y señores, estamos en medio de una cortina de humo más densa que la niebla de Londres, más oscura que las cenizas de un volcán en erupción; recuerden ahora más que nunca aquel viejo adagio que reza: Divide y conquistaras. La opinión de este humilde servidor es que nuestras autoridades -con el apoyo incondicional y servil de la mayoría de medios de comunicación- buscan aprovecharse del desconocimiento de las grandes masas acerca del tema de moda para polarizar nuestra opinión, para enfrascarnos en una interminable discusión; todo para lograr que olvidemos situaciones reales e importantes que vienen ocurriendo en nuestro país, y "pasar piola" frente a aquello que deberían hacer y no hacen, ser "salvados por la campana" frente a aquello que deberían rendir cuentas a la Nación... mientras tanto, los peruanos seguimos enfrentados, pues yo ya me canse, ¿y tú?
El tema es sumamente interesante y ha dejado al descubierto las más bajas pasiones de muchas personas; ha motivado que de un lado y del otro se lancen los más variopintos adjetivos; ha dado origen a nuevos colectivos civiles y a la aparición de nuevos líderes de opinión; ha generado nuevos temas de conversación en el seno de los grupos familiares y amicales; ha creado un conflicto de religiones y creencias; entre otras, haciendo que los peruanos -que creemos que lo sabemos todo- desviemos nuestra atención hacia un punto fijo, con lo cual "olvidamos" los demás problemas de nuestro país.
¿Acaso no es prioritario el tema de la seguridad ciudadana? Me van a disculpar, pero me parece un absurdo que personas que ni siquiera tienen hijos se anden preocupando por aquello que dice o deja de decir la curricular peruana y no digan ni pío acerca del miedo, pánico y terror que siembran las bandas criminales; no hay un miserable día en el que no tengamos muertes por la insania de estos delincuentes, victimas inocentes de esta horda de desadaptados que crece día a día en nuestro país sin que las autoridades muestren la más mínima intención real de ponerle freno... pero claro, más bonito es subir al twitter comentarios ofensivos contra los participantes en la marcha Con Mis Hijos no te metas, ¡eso si es cool!
¿No es necesaria acción inmediata para ayudar a nuestros compatriotas que están sufriendo las inclemencias del clima? Resulta carente de toda lógica que miles de personas manifiesten que la nueva curricular es una aberración y una ofensa a Nuestro Creador y no muestren un poco de solidaridad para con los pueblos que han sido arrasados por huaicos, inundados por las lluvias torrenciales y devastados por las cambiantes temperaturas... pero es obvio que compartir los enlaces de tal o cual sacerdote o pastor refiriéndose al tema de moda nos hace mejores hijos de Dios, ¡la gloria eterna es nuestra!
Y por último, pero no menos importante, ¿no es de interés nacional que el Presidente de la Republica nos aclare su participación en las repartijas de Odebrecht? Para este humilde servidor es inadmisible que nuestro "Presidente de Lujo" no haya sabido nada de este tremendo negociado; esta empresa trasnacional tiene muchos años haciendo tratos comerciales con nuestro país, aprovechando que nuestras autoridades tienen precio para hacer negocios redondos; en ese ínterin el Señor Presidente fue funcionario público y ministro de Estado, pero el no sabía nada, ¡que raro!... pero obviamente es mejor hacer divertidos memes de nuestras autoridades y su absurda defensa a la ideología de género -a la cual están tratando de enmascarar bajo otros nombres y ¡no nos damos cuenta!- y subirlos al ciber espacio vía instagram, y si logramos que nuestros seguidores lo compartan muchas veces, ¡mejor!
Señoras y señores, estamos en medio de una cortina de humo más densa que la niebla de Londres, más oscura que las cenizas de un volcán en erupción; recuerden ahora más que nunca aquel viejo adagio que reza: Divide y conquistaras. La opinión de este humilde servidor es que nuestras autoridades -con el apoyo incondicional y servil de la mayoría de medios de comunicación- buscan aprovecharse del desconocimiento de las grandes masas acerca del tema de moda para polarizar nuestra opinión, para enfrascarnos en una interminable discusión; todo para lograr que olvidemos situaciones reales e importantes que vienen ocurriendo en nuestro país, y "pasar piola" frente a aquello que deberían hacer y no hacen, ser "salvados por la campana" frente a aquello que deberían rendir cuentas a la Nación... mientras tanto, los peruanos seguimos enfrentados, pues yo ya me canse, ¿y tú?
miércoles, 1 de marzo de 2017
El inicio del año escolar del Dr. Hunter
Hace apenas unas horas converse con un gran amigo, un caballero de la escuela antigua -de aquellos que aún les abren la puerta a las damas-, un docente a carta cabal, un profesional dueño de una ética intachable; me refiero al Dr. Hunter.
Hunter -lo tuteo con la confianza que me dan los más de 42 años de conocernos- se desempeña como Director General de una institución educativa privada, labor de "alto riesgo" en un país tercermundista como nuestro querido Perú; y es que de un tiempo a esta parte, la labor de las autoridades educativas ha sido atacada salvajemente, hasta el punto de ser satanizada por la prensa, las redes sociales y el internet. El pueblo de esta hermosa tierra del sol ha perdido la admiración por los educadores gracias a todo aquello que han escuchado repetitivamente de parte de los múltiples aspirantes a congresistas, los comentarios de figuretis amantes de las cámaras de televisión, la opinión de desubicados y opinólogos sin sentido común, los dictámenes de las autoridades educativas nacionales, las absurdas disposiciones del indecopi, el afán de figuración del APEC y la aparición de algún que otro mercenario de la educación. En medio de este contexto, Hunter se enfrentará al momento más crítico de cada año: el primer contacto con padres de familia; momento cumbre que siempre trae algún padre o madre de familia inconforme que pretende arruinarle el momento; momento culminante en el cuál seguramente se habrá formado algún grupete -lo más parecido a una gavilla de pseudopandilleros- que aprovecharán para encararlo "en mancha" y discutirle en mala forma sus últimas decisiones.
Hunter me confiesa que se siente especialmente preocupado este año, él se ha enterado que existe un grupo en facebook llamado "Plantón contra el Dr. Hunter" y que este ha programado una marcha en su contra para el primer día de clases, en medio de la ceremonia de inauguración del año escolar. Él ha leído los comentarios tan tóxicos, nocivos y destructivos que se han hecho contra su persona, y de ellos ha concluido que le irán a reclamar sobre tres temas en especial:
Primero, sobre el cambio de textos escolares para este año. Ante esta situación Hunter me confiesa que le parecía que los textos de la casa editora con la que venían trabajando no se adaptarían al nuevo diseño curricular que las autoridades educativas nacionales aprobaron para el año lectivo venidero. Por ello, y actuando con completo apego a las leyes, se formó un equipo de trabajo que evaluó diferentes alternativas, seleccionando las tres más idóneas para presentarlas a la Comisión de Selección de Textos Escolares, misma que se encuentra formada por representantes del personal docente del colegio y por padres de familia, y que tiene por misión elegir la opción que mejor se adapte a las necesidades de la comunidad educativa. Una vez hecha la selección, Hunter coordino con las casas editoras para realizar una "Feria del Libro", ocasión en la cual los padres de familia de la institución podrían adquirir los textos a precios muy por debajo de los precios de mercado; vale la pena aclarar que Hunter nunca direcciono la compra a una librería en particular, mucho menos manejó ventas directas... pero nunca falta algún miserable, que para disimular su tacañería y ridiculez de no comprarle los textos a su hijo, inventa una historia en la cual Hunter se beneficia económicamente con el cambio de textos; y claro, tampoco faltan los seguidores para esta farsa, después de todo, el peruano es crédulo por excelencia.
El otro tema que le sacarán en cara es el referente al nuevo uniforme escolar. Y es que Hunter pensaba que había llegado el momento de darle una nueva imagen a la institución que dirige, una imagen más fresca, más moderna. Se contrato una empresa especializada en temas de marketing e imagen institucional, se revisaron múltiples alternativas, se observaron cuales eran las tendencias en otros colegios, se converso con los alumnos, padres de familia y colaboradores para finalmente decidir lanzar el nuevo diseño. Como es de suponer, la empresa a la cual se le encargo el diseño propuso realizar un gran lanzamiento para las nuevas prendas, proponiendo una fecha especial para tamaño acontecimiento. Y, aunque existen hasta tres diferentes distribuidores actualmente -claro, solo uno de ellos cumple con todas las especificaciones de la institución pero para el Indecopi eso no importa- aparece ahora un canalla que acusa a Hunter de haberse convertido en un prospero empresario textil, todo esto a expensas de los "pobres" padres de familia; se declara en rebeldía e insta a sus pares a enviar a sus hijos con el uniforme antiguo... Hunter es visto ahora como un empresario "gamarrero", su imagen como docente y como autoridad educativa ha caido por los suelos, y los padres pretenden reclamarle hasta por la calidad de las prendas -aún cuando él no tiene nada que ver en ello-.
Finalmente le enrrostrarán que las pensiones escolares han subido un 8%. Cabe resaltar que este monto es completamente acorde a la inflación anual acumulada en el país, Hunter es muy consciente que para su equipo de colaboradores el costo de vida ha subido y esta alza le parece propicia para mejorar sus condiciones laborales... pero ahora un auténtico imbécil sale al frente y dice que Hunter se llenará los bolsillos con esta alza, y los seguidores de siempre harán causa común y formaran un grupo de whatsapp para juntarse y reclamar por este "atropello" a su economía; poco o nada les importa la economía de los profesores de sus hijos, poco o nada les interesa que Hunter no sea el dueño del colegio, lo único importante es reclamar, hacer bulla y sentirse importantes.
Lo escucho atentamente y me siento muy apenado por él, me parece increíble lo fácil que es hoy en día organizarse para tratar de mancillar la honra y buen nombre de una persona, son impresionantes los niveles de negatividad que pueden mostrar las personas frente a una serie de calumnias y falsedades, no puedo creer los adjetivos con los cuales se refieren a mi amigo; entonces me atrevo a preguntarle ¿qué harás Hunter? El sin siquiera pensarlo me responde: "de acuerdo a ley, los padres de familia aceptan implícitamente las condiciones y reglamento de la institución educativa al momento de matricular a sus hijos, la matrícula es un acto de voluntad pura, yo no obligo a nadie a inscribir a sus hijos acá". Le manifiesto que entiendo su posición, pero le vuelvo a preguntar acerca de que postura tomara en cuanto lo encaren, ante lo cual me responde -nuevamente con una calma digna de un monje tibetano- "dudo mucho que se acerquen, pero si lo hacen los mandare a la MIII............smisima institución educativa estatal que se encuentra a dos cuadras de la institución que yo dirijo, ahí no tendrán problemas con los textos pues el gobierno se los provee; el uniforme escolar es uniforme único y no hay pensiones que pagar porque es educación gratuita".
Solo me queda decir ¡Genial Hunter!, por algo tú eres doctor y yo aún no.
Hunter -lo tuteo con la confianza que me dan los más de 42 años de conocernos- se desempeña como Director General de una institución educativa privada, labor de "alto riesgo" en un país tercermundista como nuestro querido Perú; y es que de un tiempo a esta parte, la labor de las autoridades educativas ha sido atacada salvajemente, hasta el punto de ser satanizada por la prensa, las redes sociales y el internet. El pueblo de esta hermosa tierra del sol ha perdido la admiración por los educadores gracias a todo aquello que han escuchado repetitivamente de parte de los múltiples aspirantes a congresistas, los comentarios de figuretis amantes de las cámaras de televisión, la opinión de desubicados y opinólogos sin sentido común, los dictámenes de las autoridades educativas nacionales, las absurdas disposiciones del indecopi, el afán de figuración del APEC y la aparición de algún que otro mercenario de la educación. En medio de este contexto, Hunter se enfrentará al momento más crítico de cada año: el primer contacto con padres de familia; momento cumbre que siempre trae algún padre o madre de familia inconforme que pretende arruinarle el momento; momento culminante en el cuál seguramente se habrá formado algún grupete -lo más parecido a una gavilla de pseudopandilleros- que aprovecharán para encararlo "en mancha" y discutirle en mala forma sus últimas decisiones.
Hunter me confiesa que se siente especialmente preocupado este año, él se ha enterado que existe un grupo en facebook llamado "Plantón contra el Dr. Hunter" y que este ha programado una marcha en su contra para el primer día de clases, en medio de la ceremonia de inauguración del año escolar. Él ha leído los comentarios tan tóxicos, nocivos y destructivos que se han hecho contra su persona, y de ellos ha concluido que le irán a reclamar sobre tres temas en especial:
Primero, sobre el cambio de textos escolares para este año. Ante esta situación Hunter me confiesa que le parecía que los textos de la casa editora con la que venían trabajando no se adaptarían al nuevo diseño curricular que las autoridades educativas nacionales aprobaron para el año lectivo venidero. Por ello, y actuando con completo apego a las leyes, se formó un equipo de trabajo que evaluó diferentes alternativas, seleccionando las tres más idóneas para presentarlas a la Comisión de Selección de Textos Escolares, misma que se encuentra formada por representantes del personal docente del colegio y por padres de familia, y que tiene por misión elegir la opción que mejor se adapte a las necesidades de la comunidad educativa. Una vez hecha la selección, Hunter coordino con las casas editoras para realizar una "Feria del Libro", ocasión en la cual los padres de familia de la institución podrían adquirir los textos a precios muy por debajo de los precios de mercado; vale la pena aclarar que Hunter nunca direcciono la compra a una librería en particular, mucho menos manejó ventas directas... pero nunca falta algún miserable, que para disimular su tacañería y ridiculez de no comprarle los textos a su hijo, inventa una historia en la cual Hunter se beneficia económicamente con el cambio de textos; y claro, tampoco faltan los seguidores para esta farsa, después de todo, el peruano es crédulo por excelencia.
El otro tema que le sacarán en cara es el referente al nuevo uniforme escolar. Y es que Hunter pensaba que había llegado el momento de darle una nueva imagen a la institución que dirige, una imagen más fresca, más moderna. Se contrato una empresa especializada en temas de marketing e imagen institucional, se revisaron múltiples alternativas, se observaron cuales eran las tendencias en otros colegios, se converso con los alumnos, padres de familia y colaboradores para finalmente decidir lanzar el nuevo diseño. Como es de suponer, la empresa a la cual se le encargo el diseño propuso realizar un gran lanzamiento para las nuevas prendas, proponiendo una fecha especial para tamaño acontecimiento. Y, aunque existen hasta tres diferentes distribuidores actualmente -claro, solo uno de ellos cumple con todas las especificaciones de la institución pero para el Indecopi eso no importa- aparece ahora un canalla que acusa a Hunter de haberse convertido en un prospero empresario textil, todo esto a expensas de los "pobres" padres de familia; se declara en rebeldía e insta a sus pares a enviar a sus hijos con el uniforme antiguo... Hunter es visto ahora como un empresario "gamarrero", su imagen como docente y como autoridad educativa ha caido por los suelos, y los padres pretenden reclamarle hasta por la calidad de las prendas -aún cuando él no tiene nada que ver en ello-.
Finalmente le enrrostrarán que las pensiones escolares han subido un 8%. Cabe resaltar que este monto es completamente acorde a la inflación anual acumulada en el país, Hunter es muy consciente que para su equipo de colaboradores el costo de vida ha subido y esta alza le parece propicia para mejorar sus condiciones laborales... pero ahora un auténtico imbécil sale al frente y dice que Hunter se llenará los bolsillos con esta alza, y los seguidores de siempre harán causa común y formaran un grupo de whatsapp para juntarse y reclamar por este "atropello" a su economía; poco o nada les importa la economía de los profesores de sus hijos, poco o nada les interesa que Hunter no sea el dueño del colegio, lo único importante es reclamar, hacer bulla y sentirse importantes.
Lo escucho atentamente y me siento muy apenado por él, me parece increíble lo fácil que es hoy en día organizarse para tratar de mancillar la honra y buen nombre de una persona, son impresionantes los niveles de negatividad que pueden mostrar las personas frente a una serie de calumnias y falsedades, no puedo creer los adjetivos con los cuales se refieren a mi amigo; entonces me atrevo a preguntarle ¿qué harás Hunter? El sin siquiera pensarlo me responde: "de acuerdo a ley, los padres de familia aceptan implícitamente las condiciones y reglamento de la institución educativa al momento de matricular a sus hijos, la matrícula es un acto de voluntad pura, yo no obligo a nadie a inscribir a sus hijos acá". Le manifiesto que entiendo su posición, pero le vuelvo a preguntar acerca de que postura tomara en cuanto lo encaren, ante lo cual me responde -nuevamente con una calma digna de un monje tibetano- "dudo mucho que se acerquen, pero si lo hacen los mandare a la MIII............smisima institución educativa estatal que se encuentra a dos cuadras de la institución que yo dirijo, ahí no tendrán problemas con los textos pues el gobierno se los provee; el uniforme escolar es uniforme único y no hay pensiones que pagar porque es educación gratuita".
Solo me queda decir ¡Genial Hunter!, por algo tú eres doctor y yo aún no.
martes, 31 de enero de 2017
¿Edad correcta para el inicio de la vida escolar?
Al empezar esta publicación debo precisar de qué está recoge mi posición personal respecto a tan espinoso tema; la organización educativa que actualmente dirijo, no necesariamente se solidariza con mi parecer.
Durante muchos años hemos visto como diferentes especialistas y opinologos educativos han ido metiendo sus narices en el quehacer educativo; y ojo, han leído bien, he dicho especialistas y opinologos, no he dicho docentes ni psicólogos. Lamentablemente, el magisterio en el Perú es débil, no alza su voz de protesta casi nunca, no reclama lo que le pertenece; así, poco a poco fue perdiendo terreno, dejando que sean otros los encargados de decidir sobre cómo y cuándo se tiene que educar.
Hace un tiempo, con gran alegría y optimismo leí que el Congreso había hecho algo bueno -hasta que acertaron una, pensé- al cambiar las condiciones para que un niño inicie su escolaridad. Sin embargo, olvide que estaba en el país de lo imposible, en la tierra de la bravuconada barata, en los dominios del populismo extremo, en el reino del más fuerte; y así, el Poder Ejecutivo le dijo al Poder Legislativo que su ley no servía, que el criterio de milllones de peruanos que los elegimos para que lancen leyes que impulsen el desarrollo del país no servía, ósea los elegimos por las puras porque "papá gobierno" manda acá.
Actualmente muchas familias e instituciones ven el futuro con incertidumbre -matricular o esperar, he ahí el dilema- y vienen postergando la elección de la mejor alternativa educativa para sus hijos en espera de que el panorama se clarifique. Lamentablemente, no asoman vistos de claridad; aparentemente no existe intención de llegar a un entendimiento, estamos frente a la terquedad institucionalizada.
Las todopoderosas autoridades del Ministerio de Educación manifiestan que acelerar el ingreso de los menores al colegio afectaría su desarrollo integral y la maduración equilibrada de las dimensiones social, emocional, afectiva y cognitiva al exponerlos a situaciones inadecuadas para su edad. Además hacen mención que existen múltiples estudios que avalan dicha posición. ¡Aplausos señores! ¡Qué tal verbo! Pero, ¿qué tan cierto es esto?
Pues la verdad es que he pasado muchas noches buscando los dichosos estudios y estos solamente nos indican que no se logra demostrar que exista una relación directa entre éxito escolar y edad cronológica, o ¿es que mi capacidad de comprensión lectora es inadecuada frente a los "monstruos" del ministerio?
En mi modesto parecer como educador profesional y colegiado con más de 20 años de experiencia, la edad cronológica no debería ser indicador suficiente para iniciar la vida escolar; antiguamente los postulantes a los centros educativos debían rendir sendas pruebas para demostrar que tenían el nivel requerido para iniciar los estudios, sin embargo eso es considerado discriminatorio hoy en día, los colegios estamos obligados a recibir al alumno siempre y cuando tenga la edad y exista la vacante-ojo, hay muchos colegios que incumplen esta norma-; además, la obligatoriedad de la educación inicial es un tremendo "saludo a la bandera" pues el no cumplir con estos años de estudios no afecta en absoluto el ingreso a la educación primaria -con tener 6 años de edad cumplidos al 31 de marzo es suficiente, dice el ministerio-, así muchas familias prefieren educarlos en casa, otras deciden postergar el tema por su situación económica, algunas prefieren priorizar el consumo de "fórmulas mágicas" que potencian su cerebro hasta los cinco años y otras simplemente no tienen acceso a esta importante etapa de descubrimiento y desarrollo. Para agravar el tema, no existe repitencia escolar en el Perú hasta segundo grado de primaria -hacerlo antes atentaría contra su desarrollo emocional, dice ahora el ministerio- por lo cual TODOS los niños matriculados y que asistan serán promovidos.
Señores, este es el verdadero panorama educativo en el Perú, estas son las condiciones reales que se dan para iniciar la vida escolar; no se dejen llevar por lo que dicen por ahí; existen muchos niños y niñas que habiendo nacido un mes de julio tienen mucha más habilidad, destreza y capacidad que sus pares nacidos en marzo. La edad cronológica no debería ser impedimento ni condicionante de matrícula, la solución corre por devolver a los especialistas -ahora si he dicho especialistas, es decir, docentes y psicólogos- la potestad de evaluar a los niños y niñas antes de iniciar el proceso educativo, de respetar y hacer respetar la obligatoriedad de la educación, de devolverle la competitividad a los estudios, de no permitir la promoción automática y hacer repetir a quienes no logren los objetivos y metas propios de cada grado.
Estoy convencido que con estos cambios, el sistema educativo peruano mejoraría dramáticamente, la ecuación es muy sencilla: permitiendo que nuestros niños ingresen de acuerdo a su real potencial, ¡estamos potenciando la base! Y además, el padre de familia estaría mucho más involucrado, o ¿acaso usted matricularía a su hijo en un grado de estudios sabiendo que no está apto y que corre el riesgo de repetir?
Durante muchos años hemos visto como diferentes especialistas y opinologos educativos han ido metiendo sus narices en el quehacer educativo; y ojo, han leído bien, he dicho especialistas y opinologos, no he dicho docentes ni psicólogos. Lamentablemente, el magisterio en el Perú es débil, no alza su voz de protesta casi nunca, no reclama lo que le pertenece; así, poco a poco fue perdiendo terreno, dejando que sean otros los encargados de decidir sobre cómo y cuándo se tiene que educar.
Hace un tiempo, con gran alegría y optimismo leí que el Congreso había hecho algo bueno -hasta que acertaron una, pensé- al cambiar las condiciones para que un niño inicie su escolaridad. Sin embargo, olvide que estaba en el país de lo imposible, en la tierra de la bravuconada barata, en los dominios del populismo extremo, en el reino del más fuerte; y así, el Poder Ejecutivo le dijo al Poder Legislativo que su ley no servía, que el criterio de milllones de peruanos que los elegimos para que lancen leyes que impulsen el desarrollo del país no servía, ósea los elegimos por las puras porque "papá gobierno" manda acá.

Las todopoderosas autoridades del Ministerio de Educación manifiestan que acelerar el ingreso de los menores al colegio afectaría su desarrollo integral y la maduración equilibrada de las dimensiones social, emocional, afectiva y cognitiva al exponerlos a situaciones inadecuadas para su edad. Además hacen mención que existen múltiples estudios que avalan dicha posición. ¡Aplausos señores! ¡Qué tal verbo! Pero, ¿qué tan cierto es esto?
Pues la verdad es que he pasado muchas noches buscando los dichosos estudios y estos solamente nos indican que no se logra demostrar que exista una relación directa entre éxito escolar y edad cronológica, o ¿es que mi capacidad de comprensión lectora es inadecuada frente a los "monstruos" del ministerio?
En mi modesto parecer como educador profesional y colegiado con más de 20 años de experiencia, la edad cronológica no debería ser indicador suficiente para iniciar la vida escolar; antiguamente los postulantes a los centros educativos debían rendir sendas pruebas para demostrar que tenían el nivel requerido para iniciar los estudios, sin embargo eso es considerado discriminatorio hoy en día, los colegios estamos obligados a recibir al alumno siempre y cuando tenga la edad y exista la vacante-ojo, hay muchos colegios que incumplen esta norma-; además, la obligatoriedad de la educación inicial es un tremendo "saludo a la bandera" pues el no cumplir con estos años de estudios no afecta en absoluto el ingreso a la educación primaria -con tener 6 años de edad cumplidos al 31 de marzo es suficiente, dice el ministerio-, así muchas familias prefieren educarlos en casa, otras deciden postergar el tema por su situación económica, algunas prefieren priorizar el consumo de "fórmulas mágicas" que potencian su cerebro hasta los cinco años y otras simplemente no tienen acceso a esta importante etapa de descubrimiento y desarrollo. Para agravar el tema, no existe repitencia escolar en el Perú hasta segundo grado de primaria -hacerlo antes atentaría contra su desarrollo emocional, dice ahora el ministerio- por lo cual TODOS los niños matriculados y que asistan serán promovidos.
Señores, este es el verdadero panorama educativo en el Perú, estas son las condiciones reales que se dan para iniciar la vida escolar; no se dejen llevar por lo que dicen por ahí; existen muchos niños y niñas que habiendo nacido un mes de julio tienen mucha más habilidad, destreza y capacidad que sus pares nacidos en marzo. La edad cronológica no debería ser impedimento ni condicionante de matrícula, la solución corre por devolver a los especialistas -ahora si he dicho especialistas, es decir, docentes y psicólogos- la potestad de evaluar a los niños y niñas antes de iniciar el proceso educativo, de respetar y hacer respetar la obligatoriedad de la educación, de devolverle la competitividad a los estudios, de no permitir la promoción automática y hacer repetir a quienes no logren los objetivos y metas propios de cada grado.
Estoy convencido que con estos cambios, el sistema educativo peruano mejoraría dramáticamente, la ecuación es muy sencilla: permitiendo que nuestros niños ingresen de acuerdo a su real potencial, ¡estamos potenciando la base! Y además, el padre de familia estaría mucho más involucrado, o ¿acaso usted matricularía a su hijo en un grado de estudios sabiendo que no está apto y que corre el riesgo de repetir?
miércoles, 28 de diciembre de 2016
Premios a la Excelencia Rosarina
De la escuela uno atesora muchos recuerdos, algunos gratos y otros no tanto; pero muchos coincidimos en que estos fueron los mejores años de nuestras vidas.
¿Qué paso entonces con este grupo especial de alumnos que año a año tenían los colegios en nuestro país? Púes fueron victimas de la modernidad, de aquella modernidad que reza que los alumnos deben ser evaluados reconociendo su diversidad buscando la conformación de sociedades más justas, equitativas, democráticas y con altos niveles de desarrollo humano. Sucumbieron frente al sistema de calificación, mismo que en educación primaria consigna letras (AD, A, B o C) y que pondera la calificación del último periodo por sobre los otros periodos, de hecho la nota del último periodo es la nota final. Cayeron frente al desinterés manifiesto de muchos padres de familia, pues antiguamente la obligación de pertenecer a las asociaciones de padres mantenía algún vinculo, aunque sea a la fuerza y por mínimo que fuera, con la educación de sus hijos; pero como ahora las APAFAs no son obligatorias, y el aporte a ellas tampoco, algunos padres simplemente no aparecen ni para las fotos.
También debo mencionar que muchas instituciones cayeron en el facilismo de no reconocer el esfuerzo de sus mejores alumnos, y otras lo hicieron con los recursos mínimos indispensables, sin dar el valor real que la dedicación de los niños y jóvenes en su desarrollo personal merecía.
Por eso y muchas razones más, en el colegio que tengo el alto honor de dirigir, decidimos recuperar ese espíritu competitivo, institucionalizando el Premio a la Excelencia Rosarina, mismo que se entrego por vez primera este año 2016 a los dos mejores alumnos de cada grado en el nivel Primaria y Secundaria. Para ello se hizo un análisis exhaustivo de las calificaciones de nuestros alumnos en los cuatro bimestres (dicho análisis se hizo en base a las calificaciones cuantitativas obtenidas); pidiendo luego que nuestro equipo docente valide dicha información. Así, se invito a los padres de los dos mejores alumnos de cada grado para recibir junto a sus hijos el mencionado galardón, el cual viene acompañado del reconocimiento de la comunidad educativa rosarina, la prioridad en la ratificación de matrícula para el siguiente año escolar y un bono de descuento en la misma; también los niños y jóvenes pertenecientes a este grupo tendrán la preferencia en cuanto a la conformación de las brigadas y consejos educativos para el año venidero.
Una de las muchas cosas que recuerdo, es ese espíritu competitivo que nos inculcaban, el querer lograr superarnos día a día para lograr ingresar a un grupo de élite escolar, un grupo donde solo los mejores podían estar, un grupo que nos permitía ver nuestro nombre -y algunas veces nuestra imagen también- perennizada, este grupo que se llamaba "Cuadro de Honor". Y si ingresar a este grupo era difícil, el mantenerse lo era aún más, pues no faltaba el compañero empeñoso que buscaba por todos los medios a su alcance el superarnos e ingresar a este prestigioso grupo; después de todo, el esfuerzo valdría la pena: mención especial en la ceremonia de clausura, un lindo diploma que nuestros padres se apuraban en enmarcar, regalos super especiales por fiestas y el reconocimiento de familiares y amigos.
No discuto que la modernidad trae consigo cosas buenas, no discuto que los cambios se tienen que dar en una sociedad cuya única constante es el cambio, pero ¿quitarle competitividad a la educación de esa forma? Acaso nuestros hijos cuando egresen del colegio no se enfrentan a una prueba de admisión universitaria en la cual se valora sus conocimientos; acaso cuando nuestros hijos van a buscar un empleo no compiten por un puesto; acaso no se han dado cuenta que el mundo moderno pide cada vez mayor especialización, es decir gente más competente.
No me queda más que felicitar al grupo de 23 chicos que lograron obtener esta distinción, e invitarlos a seguir por el buen camino, recuerden que la educación es la llave que tienen todos los pueblos para salir adelante y progresar y estoy convencido que con personas como ustedes lo vamos a lograr.
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