martes, 24 de julio de 2018

Se requieren cambios en la Educación Nacional

Durante la ceremonia de clausura de la etapa macro-regional de los Juegos Deportivos Nacionales, el Ministro de Educación aprovecho para comentar sobre el enfoque de igualdad de género en el Currículo Escolar Nacional que promueve su cartera y que aún no ha podido ser llevado a las aulas debido a una acción de amparo promovida por un importante grupo de padres de familia.
Independientemente de la pertinencia o no de tratar dicho tema en medio de un evento deportivo y de la conveniencia o no de su implementación curricular; lo que realmente preocupa es la forma en la cual el titular de educación busca condicionar a las autoridades judiciales encargadas de emitir fallo sobre tan espinoso tema. Al respecto, sus palabras: "Esperaría que el Poder Judicial ponga jueces probos y transparentes para una decisión tan importante, en la cual el Ministerio de Educación está defendiendo su rectoría en temas pedagógicos" son más que claras; por un lado cuestiona la capacidad e integridad de los magistrados y por otro pone a su ministerio como máximos entendidos en temas educativos.
Mientras Ministro de Educación espera cambios en sala del Poder Judicial, muchos esperamos verdaderos cambios en el Currículo Escolar.
Fuente: Diario La República
Desde hace mucho lo sostengo, las autoridades de nuestro país tienen montada una estrategia de embrutecimiento del pueblo; utilizando para ello el nombramiento de directivos educativos de poco o nulo conocimiento en temas pedagógicos, la supresión progresiva de cursos formativos, el desprestigio de la carrera magisterial y un nocivo emponderamiento de los padres de familia. El resultado es evidente, una sociedad muy venida a menos, una sociedad insatisfecha con sus autoridades, una sociedad violenta y agresiva; pero -y esto es lo que realmente les interesa a nuestras autoridades- una población ignorante que sigue eligiendo una y otra vez a los mismos.
La currícula nacional actual es un fiasco, es una mala copia de modelos extranjeros; urge realizar un diseño de acuerdo a la realidad que vive el Perú en nuestros días, un diseño orientado a que en el mediano y largo plazo -el cortoplacismo no existe en educación- obtengamos resultados observables. Existen docentes muy buenos en el Perú, el problema es que ellos vienen realizando su trabajo a la sombra de las restrictivas condiciones de trabajo que se les imponen en su quehacer diario.
La educación en el Perú no es competitiva porque no esta diseñada por los verdaderos educadores, esta montada por pseudo-expertos que lo único que buscan es figuración personal y la satisfacción de los grupos de poder. Podemos exponer muchas pruebas de ello, empezando por el hecho real de que el señor Daniel Alfaro Paredes, flamante Ministro de Educación del Perú, no es educador. En un país en vías de desarrollo no necesitamos una autoridad educativa que sea experta en marketing, en turismo y en promoción de la cultura; necesitamos un experto en políticas educativas, una persona que se ponga los pantalones y haga cambios estructurales a gran escala.
No es correcto que las autoridades que han llevado a nuestro pueblo a niveles alarmantes de ignorancia, ahora se aprovechen de esto para querer condicionarnos utilizando el engaño. Ahora vienen a cuestionar la "intromisión" de los padres de familia, cuando fueron estas mismas autoridades las que les otorgaron -a titulo gratuito- poder decisorio en temas pedagógicos. Estas autoridades deberían poner las barbas en remojo, hacerse un profundo examen de conciencia -si es que acaso la tienen- y aceptar que son ellos los grandes culpables de que la educación peruana no sea competitiva, de que el acoso escolar haya crecido y se haya masificado, de que la imagen del magisterio se vea tan deteriorada, de que los maestros sean mal considerados y pagados, de que los padres de familia incumplan sus obligaciones perjudicando el proceso educativo, entre otras muchas perlas que podríamos poner. ¡No vengan entonces ahora a "vestirse con piel de cordero" y decir que los malos son otros!
En nuestro país existen temas educativos mucho mas urgentes e importantes; las nuevas generaciones deben crecer en medio de un clima de respeto e igualdad, aceptando a los demás tal como son, valorando su cultura y su historia, conociendo el legado histórico de su país, cuidando el medio ambiente y preservando la naturaleza que les rodea, comprometiéndose en ser agentes de cambio, comprendiendo que el avance científico, económico y social van de la mano, y que la educación es la llave maestra que nos llevara a ser un país grande. Para ello se necesita una reingenieria en los procesos educativos y en el diseño curricular a nivel nacional; introducir un enfoque nuevo no cambiará nada, no es mas que demagogia, no es mas que populismo barato. Confío en que pronto se den profundos cambios, por el bien de nuestros hijos, por el bien del futuro del Perú.

sábado, 7 de julio de 2018

Visión de los Padres frente a la Educación: Ayer y Hoy

Debo confesar que nunca imaginé acabar siendo maestro, mis primeros sueños de niño apuntaban a convertirme en un gran marino, años más tarde me veía a mi mismo como un brillante médico, ya de jovencito deseaba ser un exitoso ingeniero. Pero la vida me tenía preparado otro destino, y acabé abrazando la docencia. Mi tarea era -y es- harto complicada pues pertenezco a la generación en la cual los padres se preocupaban porque sus hijos los superen, y resulta que mis padres también son docentes, y de los buenos.
Recuerdo claramente cómo pensaban los padres antes, con la firme meta de que sus hijos sean mejores que ellos, y es que deseaban con ansias que sus retoños tengan las herramientas para tener una vida mejor. El respeto y la exigencia eran parte del día a día en los hogares, consecuentemente se buscaban centros educativos minuciosos y con alta calidad, con docentes rectos y dedicados.
Y muchos de nosotros crecimos bajo esa premisa; no importaba si nuestros padres tenían estudios o no, ellos apostaban por la educación, ellos creían en un futuro mejor para sus hijos. El valor que se le daba al maestro entonces, era fundamental, con mucho aprecio y cariño. Y algo bueno debió existir en ese razonamiento, pues los niños de esa época nos convertimos en adultos, adultos que fueron parte del crecimiento económico del país y que vieron como las condiciones de vida mejoraron exponencialmente.
Con el paso de los años, estos adultos nos convertimos en padres, y cometimos el craso error de cambiar el pensamiento parental: que nuestros hijos nos superen dejo de ser prioridad, la meta ahora que nuestros hijos no tengan que pasar por las mismas penurias que pasamos, que puedan disfrutar todo lo que no disfrutamos. Así, muchos padres hacen lo que sea con tal de que sus hijos tengan todo lo que “necesitan” a la mano; están dispuestos a cualquier cosa para evitarles cualquier tipo de incomodidad, ansiedad decepción o frustración. Y cuando decimos cualquier cosa, lo decimos en todo el sentido de la palabra; siendo lamentable topamos con padres que no dudan en atropellar honras, actuar contra la moral y las buenas costumbres, y hasta vender su alma con tal de cumplir el capricho de sus hijos.

Como resultado, los maestros reciben alumnos que se sienten con derechos superiores a los del resto, que están acostumbrados a obtener todo fácilmente, que se saben intocables y que presentan una minúscula tolerancia frente a la frustración. Llamarles al orden a estos angelitos es un riesgo que debemos correr los docentes, pues no son pocos los padres que sentirán que estamos agrediendo a sus pequeños y generándoles traumas que los perseguirán de por vida; así que irán a reclamar por el atrevimiento que nos hemos tomado al intentar corregirlos. Si a esto añadimos que los grupos de poder, en su innegable afán de tener una población ignorante que caiga fácilmente en sus engaños, aprovechan cualquier ocasión para atacar y desprestigiar a los docentes; estamos frente a la profesión más difícil de llevar por estos días.

Por eso los maestros nos hemos vuelto unos guerreros, capaces de soportar todas las piedras que nos ponen en el camino los padres con su menosprecio y su ingratitud por nuestra labor -la escuela es formativa, no es guarderia-, capaces de tolerar todos los engreimientos y falta de valores de nuestros alumnos; y lo hacemos con la convicción que nuestro trabajo se verá en el éxito posterior de nuestros alumnos; que marcaremos sus vidas para que sean los constructores de su propio futuro, de un futuro mejor.
Estimados lectores, nunca olviden a sus maestros, puede que hayan sido de los buenos o de los no tan buenos, pero les aseguro que dejaron la piel por ustedes y siempre creyeron en ustedes. Un docente siempre quiere lo mejor para sus alumnos, día a día despierta con ganas de cambiar el mundo, sueña con dejar huella en sus pupilos. Recuerden siempre que un buen docente no es aquel que más sabe, es aquel que motiva, inspira, enseña y forma; y lo que han llegado a ser hoy día, lo que pueden ofrecer a sus hijos, es gracias a que tuvieron maestros que los guiaron.

miércoles, 13 de junio de 2018

Estacionamiento Regulado: ¿Solución o Abuso?

Lunes 11 de Junio de 2018, aproximadamente 8 de la noche y uno recién volviendo a casa después de una agotadora jornada, víctima del cansancio pero con el deseo de compartir unos momentos con mis pequeños hijos decidí hacer una pequeña parada para comprar un café y evitar caer rápidamente en los “brazos de Morfeo”. Al bajar de mi vehículo una señorita de uniforme celeste y plomo e identificada con fotocheck de la Municipalidad de San Borja se me acerca y me indica que debo pagar por el parqueo. Casi instintivamente le pregunte el porqué, pues vivo a la espalda de la cafetería, normalmente me estaciono ahí y siempre soy breve pues sé que con el tiempo de parqueo no se juega o la grúa tu auto se lleva. Fue entonces que la señorita en mención me indica que debería revisar las ordenanzas N°585 y N°590 del municipio y que ahí podría absolver mis dudas; también me lanzo un salvavidas “vecinos sanborjinos cuentan con dos horas de parqueo libres”.
Cómo les había comentado, por la hora y mi cansancio me limité a mostrar mi DNI con mi dirección en el distrito; y procedí a ir a comprar mi café. Comprensiblemente, la cafeína surtió efecto y, luego de que mis hijos fueran a dormir, decidí revisar las mentadas ordenanzas, revisar sus alcances y si estas eran complementarias. Efectivamente, la ordenanza N°585 indica cuáles son los lugares dentro del distrito en los cuales se deberá pagar por parqueo, indicando la tasa y el procedimiento; la ordenanza data de junio del 2017, sin embargo recién se viene aplicando. Por su parte la ordenanza N°590 estipula los tiempos máximos de permanencia de los vehículos en los lugares de estacionamiento, las sanciones en caso de incumplimiento y los procedimientos. Además, debo ser claro en que si se deja constancia expresa que ambas ordenanzas son de aplicación conjunta.
Sin animo de redundar, pero para dejar las cosas claras, por la ordenanza N°585 nos cobrarán parqueo cada 30 minutos; y por la ordenanza N°590 podremos estacionar hasta por tres horas para que nuestro vehículo no sea remolcado por las tristemente célebres grúas municipales. Hasta ahí todo bien, solamente que me quedan dos dudas; la primera es por qué una ordenanza fechada en junio del 2017 y que supuestamente debería cumplirse a partir del día siguiente de su publicación recién se empieza a cumplir un año después; la segunda es respecto a la aplicación de la ordenanza que regula el uso y permanencia en los espacios de estacionamiento de San Borja, por la extensión de esta duda, la plasmaré en el párrafo siguiente.
La Ordenanza N°590-2017-MSB señala en su artículo sétimo que una vez estacionado el vehículo, el inspector de tránsito entregará al usuario -es decir, al conductor- un documento de registro donde se señale la fecha, hora de inicio y final del periodo permitido. Vivo en San Borja, diariamente me estaciono en una zona de parqueo regulada y nunca me han alcanzado documento alguno. Soy un firme creyente que la justicia consiste en darle a cada quien lo que le corresponde al amparo del marco legal vigente; entonces ha surgido una interrogante en mi cabeza, ¿si la Municipalidad de San Borja no cumple con el formalismo de entregarnos el bendito documento, cómo podríamos reclamar en caso de tener una duda respecto al horario?
Existen muchos casos de personas que manifiestan que sus vehículos fueron remolcados a pesar de haberlos dejado estacionados por menos de tres horas, sin embargo al no existir un documento probatorio -y la lista que hacen los inspectores no lo es- pagan la multa para liberar sus autos cuanto antes. Hay muchas denuncias en redes sociales acerca de los abusos cometidos por la Gerencia de Transporte de San Borja y existe un malestar creciente entre los sanborjinos respecto a la forma como operan las grúas municipales. La Municipalidad en lugar de tomar cartas en el asunto y clarificar el panorama ahora instaura un pago adicional; y al hacerlo con personal poco capacitado, solo da la impresión de que -una vez más- nos quieren meter la mano al bolsillo.
Urge que las autoridades regulen estas ordenanzas y emitan un pronunciamiento oficial acerca del verdadero procedimiento, la información es un derecho fundamental que todos tenemos; dejar las cosas así como están solo hará que se levanten suspicacias y sospechas acerca que en nuestra comuna solo “quieren hacer caja chica”.

sábado, 26 de mayo de 2018

La Importancia de una Buena Elección

En un turístico y fascinante país de América del Sur, se acercaba la hora de elegir autoridades regionales, provinciales y distritales a nivel nacional. Esta situación no era ajena para el distrito de Alforja, uno de los más importantes de la ciudad capital; en el ya muchos candidatos al sillón municipal se venían perfilando con mucha antelación, pero la hora de asegurarse la preferencia del electorado había llegado. Así, la artillería pesada de los candidatos empezó a arremeter con todo en busca de los ansiados votos.
Y es que, al parecer el ser alcalde de este joven y moderno distrito era una distinción -podríamos decir que un botín- muy preciada. Llama la atención que al revisar quienes son los candidatos, nos encontremos con un ex-alcalde que tuvo como “brazo derecho” al actual, pero también nos topamos con la esposa del alcalde en funciones, y por si fuera poco también postula el teniente alcalde, regidores y ex-regidores, gerentes y ex-gerentes; es decir, quienes ya habían ostentado el poder o habían estado dentro del círculo más cercano, deseaban con ansias convertirse en la máxima autoridad de Alforja.
Toda esta simpática fauna de candidatos llevaron a los electores una serie de promesas y ofrecimientos con un fuerte tufillo populista; una lista de ofertas que difícilmente podrían ser cumplidas; una colección compromisos con aquello que en realidad es irrealizable; su arma para llegar al pueblo fue decirles exactamente aquello que querían escuchar, que no es otra cosa que aquello que nunca hicieron cuando fueron autoridades del distrito porque simplemente no pudieron o no les importo.
Pero la tan codiciada alcaldía de Alforja, es motivo también para la reaparición de candidatos que muestran una “profunda” preocupación por la comuna, lamentablemente la periodicidad de esa “sentida” preocupación es de cada cuatro años, curiosamente el tiempo que tarda un gobierno municipal. Dicho más claramente, aparecen con su mejor sonrisa cada vez qué hay elecciones para decirnos que los vecinos somos su principal preocupación. También tendremos a los candidatos que se creen grandes porque los apoya un partido político grande; candidatos que con bombos y platillos presentan sus propuestas -tan populistas e irreales que resultaban risibles- con una maquinaria publicitaria abrumadora que se apoya principalmente en la mejor sonrisa que el photoshop les pueda regalar; no importa si tienen una dudosa reputación moral pues con el aval y garantía del candidato provincial “más fuerte” -mismo que seguramente les ha costado un buen fajo de billetes verdes- ya se sienten poseedores de una ética intachable.
Resulta que muchos de los candidatos quieren ver la cara de candidazos a los pobladores de Alforja, pretenden ocultar que de ellos vendieron su alma al diablo verde para comprar las candidaturas que se vendían al mejor postor o que buscaron cualquier tipo de auspiciadores y aportantes para sus campañas; total, esta suerte de “endeudamiento de favores” es lícita, el vecino no tiene porque saberla y la retribución recién será al ser elegidos.
Afortunadamente el pueblo de Alforja era un pueblo culto, un pueblo que había aprendido de sus errores, un pueblo que no elegiría alegremente a cualquier persona que se autodenomine la mejor opción. Los alforjinos vivían en un país que había visto como los últimos presidentes fueron un fiasco -los exmandatarios presos, con orden de captura, cuestionados y renunciantes eran el vivo reflejo de que se había hecho una mala elección- y habían sido testigos de la forma como los últimos alcaldes distritales pretendían perpetuarse en el poder. Los alforjinos sabían que el escoger un candidato por su supuesta experiencia, por sus promesas, por sus baños de popularidad con bailecitos incluidos, por ser un personaje conocido o por su linda sonrisa no era el camino; los alforjinos necesitaban y necesitan algo diferente para su comuna. Alforja necesitaba y necesita un buen vecino, un sujeto honesto y fiel a sus ideas y principios, una persona capaz y osada que esté dispuesta a sacar al distrito adelante por el y por sus vecinos.
A esta altura usted, estimado lector, quizá se encuentre sacando conclusiones y especulando acerca de cuál es el verdadero nombre del distrito de Alforja, por ello aprovecho para comunicarles que se trata de una historia ficticia y que cualquier parecido con la realidad es pura coincidencia.
Al igual que nuestros amigos alforjinos, nosotros nos acercamos a una contienda electoral, y cada vez es mas difícil encontrar un candidato idóneo; pero ojo que tampoco es imposible. Vivimos en un país inmerso en la corrupción y, hoy por hoy, lograr una postulación al cargo de alcalde o regidor en un partido político o agrupación de "élite" tiene -generalmente- un precio económico que además es muy alto; es triste, pero las candidaturas se compran y venden a diestra y siniestra. Los candidatos al sillón municipal -aunque creemos que es a la mamadera municipal- en su desesperación por lograr buenos resultados y de saciar sus ansias de figuración, terminan vendiendo sus convicciones por un puñado de billetes, terminan aliándose con grupos de poder que únicamente buscan obtener beneficios de la autoridad de turno. Afortunadamente no todo es gris en el panorama, aún existen alternativas que representarían un verdadero cambio, todavía hay grandes aventureros que se cansaron de ser dirigidos por los mismos de siempre o de ser engañados burdamente y que estan dispuestos a enarbolar la bandera del orden, del progreso y del beneficio para la población.
Si nos tomamos un tiempo, encontraremos qué hay vecinos honestos y trabajadores que realmente quieren lograr un mejor lugar para vivir, que anhelan conseguir un entorno más acogedor y saludable para que crezcan sus hijos, que pretenden una comunidad donde todas las empresas puedan competir en igualdad de condiciones, que procuran una mejora significativa en la calidad de vida propia y de sus vecinos. Lamentablemente muchas veces estos candidatos se muestran en partidos que son tradicionalmente mal vistos, o llegan debilitados porque invirtieron todos sus recursos en lograr la ansiada inscripción, o se presentan con recursos limitados que no les permiten tener llegada a toda la población, o simplemente carecen de carisma por no ser fotogénicos. Son candidatos que, a sabiendas de que parten en desventaja, quieren mostrar su aporte, que buscan ser escuchados, que tienen propuestas reales y realizables; tristemente, son candidatos que ignoramos por falta de publicidad.
Tomemos nuestro tiempo en revisar quienes son los candidatos y a quienes llevan como equipo de trabajo; analicemos objetivamente sus propuestas y veamos si son reales; conozcamos quienes están detrás de sus campañas y veamos cuáles son sus verdaderas intenciones. No creamos tan fácil en el cuento de aquellos ex funcionarios que dicen que como alcaldes si harán aquello que dejaron de hacer antes, no caigamos víctimas de una cara bonita con una sonrisa prefabricada; tomemos nuestro tiempo para elegir bien, demostremos nuestra cultura electoral y, sobre todo, no permitamos que una mala elección sea motivo para que otros llenen su alforja.


jueves, 17 de mayo de 2018

En medio de medidas inaceptables

Curioso lo que ocurre en nuestro país, no hemos tardado en organizar marchas y protestas por la suspensión de Paolo Guerrero; sin embargo, hemos pasado por alto el alza a los impuestos, situación que inevitablemente atentará contra la economía familiar.
No nos engañemos, la reestructuración del impuesto selectivo al consumo (ISC) no busca hacerle un favor a la salud y el medio ambiente -como pretenden hacernos creer- sino que pretende elevar la recaudación tributaria a costa de los ciudadanos comunes y corrientes.
Nuestros últimos gobernantes vienen siendo investigados por malos manejos, por decir lo menos; situación que ha dejado al país en crisis. Así, el gobierno necesita recaudar fondos con carácter de urgencia, y no han tenido mejor idea que cargarnos esa mochila a todos nosotros.
La obesidad, el tabaquismo y la ingesta de alcohol son problemas sociales y de salud ciertos; pero en vez de incrementar impuestos, sería más conveniente exigir a las empresas a colocar advertencias adecuadas en sus productos que permitan al consumidor saber las consecuencias que trae su consumo.
También es cierto que nuestro país tiene un índice de contaminación alto; sin embargo, incrementar el impuesto a los combustibles y a cierto tipo de vehículos motorizados hace que todos paguemos por la contaminación cuando -evidentemente- no todos contaminamos por igual. Resulta curioso que empresas industriales, mineras y agrarias gocen de exoneraciones tributarias cuando son justamente ellas las que generan depredación, pérdida de espacios naturales y contaminación de las aguas.
En casos como el nuestro, en el cual el gobierno necesita con urgencia incrementar sus ingresos; lo lógico sería empezar por cobrar a todas las grandes trasnacionales, las empresas aéreas y de telecomunicaciones y hasta a los clubes de fútbol que tienen deudas millonarias con el ente recaudador de nuestro país. Acto seguido, eliminar los beneficios tributarios a casinos, bancos, mineras e industrias que gozan de absurdas gollerías. Crear impuestos para aquellas industrias y comercios que más contaminan también sería una alternativa sería, así como crear impuestos a quienes más ingresos tienen, empezando por los congresistas.
En resumen, lo que el Perú necesita es una política tributaria coherente y que recaiga principalmente sobre los grupos que concentran la riqueza -los cuales gozan de exoneraciones increíbles- y las empresas que realmente atentan contra el medio ambiente. No es justo que sea a nosotros, los “ciudadanos de a pie” a quienes se nos venga a “meter la mano en el bolsillo” usando como pretexto nuestra salud y el espíritu ecológico del gobierno. Es hora de sacarnos la venda de los ojos y alzar nuestra voz de protesta por todo aquello que es injusto; y hoy por hoy no solamente es injusto el castigo al capitán de la selección peruana -aunque está situación ha caído como anillo al dedo del gobierno- sino que también es inaceptable la reestructuración del ISC.

jueves, 10 de mayo de 2018

Atención Preferencial: Uso y Abuso

En un país donde la cortesía y la caballerosidad han perdido la batalla contra el abuso y el atropello; se hacía necesaria una ley para que exista atención preferente en lugares de atención al público. Nuestros legisladores nos entregaron entonces una ley que brinda facilidades a nuestros hermanos menos favorecidos, buscando que sus tiempos de espera sean menores y su atención se optimice.
Lamentablemente esta ley es muy genérica, dejando muchos vacíos e interrogantes que quedan flotando; queda en evidencia que se trata de una norma dictada con fines efectistas y populistas pero sin asumir riesgos. La prueba fehaciente de ello es que, a la fecha, no existe un reglamento claro sobre los alcances de esta disposición; de hecho ni siquiera queda abierto el camino a ello pues se indica que son las propias instituciones las que deben implementar las medidas para garantizar el cumplimiento de la ley.
Al darle a las empresas la libertad de emitir sus propias directivas, se dio pie a que la gran mayoría sientan que con asignar una ventanilla de atención preferencial y colocar un simpático letrero ya están cumpliendo con los beneficiarios de la legislación. Pero el dejar todo en términos tan generales también ha dado pie a que un grosero grupo de personas hagan abuso de la normativa.
No es extraño ver en una cola preferencial a señoras de unos 50 años, de esas que asisten muy maquilladas al gimnasio y no dudan ni un instante en coquetear -y si se puede toquetear mejor- a los instructores, esperando ser atendidas antes que un individuo en silla de ruedas; tampoco es raro ver señores en sus 60 abriles, de esos que fuman como chimeneas y no les duele nada al piropear a cuánta fémina que se cruce en su camino, renegando porque la cola no avanza por culpa de la lentitud y parsimonia de una anciana de 90 años;  no es inusual ver señoras con sus hijos de 12 años esperando ser atendidas antes que otras que están embarazadas de 8 meses y contando.
En el Perú existen personas que interrumpen el juego de sus hijos y los llevan “de paseo” al banco; hay individuos que prefieren mandar a sus abuelitos a pagar las cuentas; encontramos empresas que contratan personal con más de 65 años para que realicen gestiones bancarias y en instituciones públicas; todo esto con la finalidad de ganar tiempo.
En resumidas cuentas, al no existir una mínima razonabilidad ni el más ínfimo criterio de urgencia en esta norma; no dudamos en aprovecharnos de ella. ¡Que diablos nos importan los demás y sus problemas! A nosotros que nos atiendan primero y si no es así, ponemos el grito en el cielo y exigimos el libro de reclamaciones.
Después de todo, y aunque las situaciones mencionadas denotan un marcado abuso de derecho, la ley las ampara. Y es que los peruanos somos así: hecha la ley, hecha la trampa.

martes, 24 de abril de 2018

Orden y Cultura para el Desarrollo

Viajar y conocer nuevas culturas hace que expandamos nuestros horizontes, que veamos el mundo de otra manera. Precisamente hace unos dias me encontraba viviendo otras costumbres y realidades; y lamentablemente no pude evitar -es parte de nuestra naturaleza humana- comparar su estilo de vida y el nuestro, y con ello preguntarme si no serán las diferencias que encontramos las que han motivado que nos lleven muchos años de ventaja en cuanto a desarrollo, progreso y bienestar.
Y es que un simple paseo por las calles basta para apreciar las grandes diferencias, empezando con una notoria ausencia de desperdicios en las calles; pero está no se debe a un extraordinario servicio de limpieza, se debe a que los ciudadanos casi no arrojan basura al piso. Otro detalle curioso es que no percibimos “bocinazos” ni gritos de furibundos conductores, el tráfico y las demoras existen, pero la paciencia y el respeto son mayores; el único ruido fuerte que logramos oír es de alguna ambulancia que acude a atender una emergencia y en estos casos los vehículos ceden presurosos el paso.
Nuestro paseo nos obliga a cruzar las calles, procedimiento que se hace exclusivamente por los cruceros peatonales ubicados estratégicamente cada cierta distancia. Vemos que los vehículos se detienen para ceder el paso a los peatones y esperan pacientemente que terminen de cruzar para continuar su circulación... ¡Increíble!
Para tomar el transporte publico se debe esperar en los paraderos; a las personas no les afecta si el paradero está en la puerta de su casa y/o trabajo o a cinco cuadras del mismo, igual el paradero se respeta. Lo mismo ocurre al bajar, solamente se hace en paraderos oficiales; nadie critica ni ofende al conductor por ello. Los buses están siempre limpios y ordenados y existe una precisión casi matemática en la frecuencia en la qué pasan; y no vemos carreras ni maniobras asesinas para ello.
Por estas tierras no existe una ley de atención preferencial, mucho menos los asientos reservados; pero si una dama embarazada sube al bus, rápidamente le ceden el asiento -nadie se hace el dormido- con cortesía; y si un adulto mayor se ubica detrás de uno en la cola, presurosamente se le ceden el turno. De igual manera observé que si a algún bebé se le caía algo de su coche, algún observador le daba aviso a los padres.
Acá los motociclistas usan casco siempre, las personas recogen las excretas de sus mascotas, la basura se arroja en los tachos, la presencia policial inspira respeto, nunca estacionan en lugares prohibidos ni en entradas de casas o cocheras, entre otras cosas que me han dejado asombrado.
Todas estas acciones las podemos resumir en dos términos poderosos: orden y cultura. Y es que en estas tierras la calidad educativa es preponderante -más allá de si es pública o privada- y está al servicio de la formación de verdaderos ciudadanos, personas que serán valiosas en el desarrollo de un país. Por ello, los profesores son vistos como agentes de cambio, muy respetados y tomados como ejemplo de vida.

Quejarnos por todo no nos llevará al ansiado crecimiento; tenemos que empezar por cambiar nuestras costumbres, con orden y cultura.

El día en que comprendamos que la verdadera cultura es parte del progreso, que el orden lleva inevitablemente al crecimiento social, económico y científico; ahí estaremos listos para iniciar el tortuoso camino hacia el desarrollo. Mientras tanto continuaremos siendo prisioneros de nuestra cultura chicha, de nuestra cultura de subdesarrollo.