sábado, 16 de febrero de 2013

En Memoria de la Mejor

Recuerdo aquella mañana, recibiendo esa llamada, no se como describirlo, pero algo dentro de mi me impulso a exigir que me digan que estaba ocurriendo, algo malo presentía  y entonces recibí la noticia. Recuerdo también mi desesperación por vestirme y salir lo mas rápido posible de casa, tenia que ir a ver que estaba ocurriendo; y aunque solo me separaban unas seis cuadras de distancia, el recorrido se hizo eterno.
Al llegar, mis peores sospechas se hicieron realidad: te habías ido... el dolor era -y es- indescriptible; ¿no podías haber escogido peor momento para dejarme? solo faltaban dos días para mi cumpleaños, solo faltaban dos días para reunirnos en familia y celebrar... pero Dios no espera y te necesitaba a su lado en ese momento; sin importar lo infeliz que esto me hacia.
Recuerdo al personal de la Clínica -malditos bastardos- impidiendo que te pueda ver; recuerdo las coordinaciones con la funeraria; recuerdo a mi tío llegando a Lima; recuerdo el traje que te enfundaron ese día. Recuerdo los centenares de personas que nos visitaron; recuerdo a tus bisnietos cantando happy birthday con las velas; recuerdo las personas inoportunas que pensaban que estaba para bromas; recuerdo el pisco "Cuatro Gallos" que tome para soportar el dolor.
Recuerdo también el dolor de mi abuelo -de hecho no recuerdo haberlo visto llorar antes de ese día- el en ningún momento se alejo de tu féretro  siempre estuvo ahí, done siempre estuvo durante todos sus años de matrimonio: a tu lado. Una postal al amor, al amor del bueno, ese que no pudieron dañar los años, la envidia, las peleas; un amor a prueba de balas!
Recuerdo también tus manos frías  empuñando el Santo Rosario, ese símbolo de fe que llevaste durante muchos años con orgullo y valentía  recuerdo aquel momento junto a tu cuerpo sin vida, el momento mas triste de toda mi existencia, Dios mio, ¿por qué te la llevaste?
Pero no pienses que solo recuerdo es día, recuerdo haber sido tu nieto predilecto, aquel que llego al mundo solo dos años después de que perdieras a uno de tus hijos -innumerables las veces que me dijiste Maurito!- aquel que desde muy pequeño llevaste a todas tus aventuras, aquel al que enseñaste a ser "cachibachero", aquel que te saco "canas verdes", aquel que aprendió de tu experiencia, aquel que gozaba con todas y cada una de tus historias, aquel en el cual vivirás para siempre! Recuerdo tu "verbo florido", recuerdo tu honestidad e integridad, recuerdo que nunca me llamaste la atención, recuerdo que siempre me corregiste y siempre me apoyaste en todo.
Mamá Tota, te extraño, me haces falta!!! No te imaginas cuanto daría por un momento contigo para poder agradecerte todo lo que hiciste por mi. Te amo y siempre te amare!!!

sábado, 2 de febrero de 2013

De nuevo en la mira

Hace poco más de un año abrí este blog, recuerdo que por aquellos días me encontraba fastidiado por la forma en que la prensa y los políticos oportunistas atacaban a la educación, principalmente a la educación privada, haciendo gala de todas sus malas artes en pro de vender un producto y/o imagen.
Dicen que el tiempo cura las heridas, así con el paso del tiempo espere que todo esta situación quede en el olvido; sin embargo, estaba equivocado: este año, una vez mas, la prensa ignorante y los políticos populistas volvieron a poner su mira en la educación, total, no hay nada más "gratificante" en un país como el nuestro que "hacer leña del árbol caído".
Resulta que ahora los periodistas y congresistas son semi-dioses, pues hasta mandamientos publican; y claro, la gente que ignora como se maneja la educación en el Perú cae en su absurdo juego y apunta su artillería contra los colegios.
El día de hoy voy a hablar sobre el tema de moda: los textos y útiles escolares. Resulta que ahora los padres de familia tienen el derecho a participar en la elección de los textos escolares que utilizaran sus hijos, mismos que podrán ser de segundo uso; y además no tiene la obligación de enviar la totalidad de útiles escolares desde el primer día.
Empezare diciendo que el hecho de dar a los padres de familia el derecho de participar en la elección de los textos escolares que emplearan sus hijos me parece una medida de populismo barato, una forma de tratar de mostrar una "democratización" en la educación, una forma absurda de otorgarles poder decisorio. Y digo poder porque recuerdo mis clases universitarias, donde mis docentes hacían hincapié en la diferencia entre poder y autoridad; así, los políticos pretenden ahora que el poder entregado a los padres pase por encima de la autoridad del profesor, autoridad ganada a pulso en base a su dedicación, capacitación y experiencia. Se pretende que los padres de familia -que generalmente carecen de experiencia educativa- seleccionen el texto por el profesor, con el lógico riesgo que se inclinen por el texto mas barato -o el más caro de acuerdo al mercado-, el más llamativo, el más bonito, el de mejor caratula, entre otros; pero no por el más constructivo, mejor articulado y estructurado. ¿Acaso los padres de familia se van a dedicar a evaluar a conciencia que texto se ajusta mejor a los lineamientos pedagógicos del centro educativo, acaso tomaran en cuenta la realidad del alumnado, acaso tienen la mas remota idea de los estándares mínimos de calidad en cuanto a contenidos que debe tener un texto escolar? Mejor no me respondan.
Luego, con "bombos y platillos" anuncian que se ha logrado que los padres de familia puedan enviar a sus hijos con libros de "segunda mano". Honestamente yo no le veo nada de malo en ello, pero ¿acaso se han tomado el tiempo de explicarles a los padres de familia que los textos deben ser revisados y muchas veces cambiados anualmente porque el Ministerio de Educación modifica el Diseño Curricular Nacional en ese ritmo? Díganme ustedes si no es populismo barato esto: le dicen a los padres de familia que pueden llevar libros usados; pero no les dicen que corren el riesgo de que estos sean obsoletos, no por culpa del colegio, sino por culpa de las autoridades educativas nacionales. La única forma de asegurar un texto actualizado y acorde con los nuevos lineamientos de la educación peruana es que sea un texto nuevo. Pero claro, en el Perú somos especialistas en formar autenticas "cortinas de humo", y también sabemos que es mas fácil "vender gato por liebre" que enfrentar la verdad con hidalguía. Total en el Perú la verdad no vende, la verdad no gana votos, la verdad no trasciende; entonces esta gente inescrupulosa hace escándalo, mismo que un gran porcentaje de la población ve y valora como bueno... una lastima!
Finalmente, no se podrá exigir la totalidad de textos y útiles al comienzo del año escolar; lo cual me lleva a preguntarme ¿cómo diablos les enseñamos a los niños y jóvenes de hoy? ¿esperamos un tiempo prudencial a que todos tengan sus útiles para poder empezar a trabajar? ¿pretenden que no nos importe si se atrasan o no? O mejor aún, acostumbrémonos a vivir en el caos... cuando el policía detenga a un chofer que este le pueda decir que no esta obligado a presentar la totalidad de sus papeles... cuando un ciudadano vaya a pedir un crédito que este no se encuentre obligado a presentar la totalidad de la documentación .. que cuando se paguen los impuestos no estemos obligados a declarar la totalidad de nuestros ingresos... ¿Esto es lo que queremos para el Perú?
¿Quieren populismo barato? Entonces que la población elija los proyectos de ley que van a discutir nuestros congresistas, que todos tengamos el derecho a elegir su sueldo, y cuando lo cobraran... ¿Les gustaría eso, señores congresistas? Seguramente argumentaran que el poblador normal, común y corriente no sabe de política... y ustedes, ¿saben de educación?

sábado, 19 de enero de 2013

La enseñanza de mi hijo

Como cualquier padre responsable, siempre he deseado lo mejor para mi hijo, por ello nunca dude en hacer un sacrificio e inscribir a mi pequeño en diferentes academias que complementarían su formación integral como persona. Así, inscribí a mi pequeño Thiago en clases de Tae Kwon Do, Marinera y Fútbol  con la esperanza de que esto logre desarrollar su carácter  temple, personalidad, creatividad, expresión corporal y artística y disciplina.
Tras algún tiempo en clase de Marinera -para aquellos que no lo saben un bello y llamativo baile típico de nuestro querido Perú- mi hijo fue seleccionado para participar, representando a su academia en el II Concurso de Noveles "San Borja... Mi Orgullo"; situación que marca el punto de partida de esta historia.
Transcurría el mes de Agosto del año 2012 -año del fin del mundo según algunos ilusos-, cuando en la Academia de Baile Esmila Zevallos nos comunicaron que nuestro hijo representaría a la academia en el concurso mencionado en el párrafo anterior, mismo que se realizaría en el siguiente mes... menos de un mes de preparación intensiva y al ruedo... un niño de seis años enfrentándose no solo a 50 niños de su categoría  sino que ademas a uno de los principales colosos del Perú: el Coliseo Eduardo Dibos.
Mi Thiago, acompañado de Ariana Segovia Nicolini, paso exitosamente la primera eliminatoria; pero en un fallo que prefiero no discutir por razones obvias, fue eliminado en la segunda eliminatoria. Las  lagrimas en los ojos de mi bebito (que siempre lo será) me dolían y dolerán por siempre en el alma; pero fueron sus palabras las que calaron hondo en mi: "papá: quiero campeonar!" me dijo. Me correspondía apoyarlo en esta carrera, estar tras de el siempre y en todo momento, era el momento de creer en él.
Fue entonces que me invadieron las dudas, la incertidumbre y la desconfianza en esta complicada meta: "papá: quiero campeonar!"... Para colmo de males, el emparejamiento se rompió y mi Thiago quedo a la deriva; pero el seguía empecinado en lograr su objetivo, no importaba dejar de hacer lo que mas le gustaba en la vida, el quería seguir practicando marinera... Por esos días el profesor Luis Alan, para mi gusto uno de los mejores profesores de marinera del medio, me dijo que mi Thiago tenia futuro, que el creía en mi hijo, que el confiaba en su talento, y que con trabajo y dedicación podía llegar al mundial de marinera 2013... Un objetivo muy grande, sobre todo si tomamos en cuenta que hay niños de su categoría que se preparan por años para ello, pero la grandeza de una persona se mide por la grandeza de sus obras, así que para lograr que mi Thiago sea grande emprendimos el largo y tedioso camino hacia el mundial.
Bajo la dirección del profesor Luis Alan se inicio una preparación exhaustiva, agotadora e intensiva; hizo que lo pies de mi hijo se volvieran mágicos,  lo hizo entrenar en agotadoras sesiones de hasta tres horas... el resultado? Pues lo llevo de la mano a la semifinal del Campeonato Selectivo de Tacna... Luego fuimos al Selectivo de Huaral, donde no nos fue tan bien, pero por la cantidad de propuestas de emparejamiento para mi hijito, comprendí que el talento y el baile estaban ahí.
Se presento entonces un pequeño problemita, y es que mi hijo, de solo seis años me puso entre la espada y la pared: "papá, quiero volver a bailar con Ariana" me dijo... Entonces decidí llamar a Fiorela Nicolini (mamá de Ariana), con quien no hablaba desde el baile de nuestros niños en San Borja, y pedirle que Thiago bailara -una vez más- con Ariana. Curiosamente a Arianita -como la llamo cariñosamente- también estaba decidida a dar su mejor esfuerzo por llegar al mundial de marinera, y tambien contaba con el apoyo decidido e incondicional de sus padres: por ello y a partir de entonces -transcurría el mes de Noviembre- se consolido el emparejamiento; Thiago y Ariana volverían a bailar juntos, era definitivo. Obviamente las condiciones cambiaron pues la temporada de marinera estaba llegando a su fin y con ello las posibilidades de alcanzar la meta eran sumamente complicadas; cambiamos de profesor y hasta de academia, pero con la mira puesta en el objetivo final... Fui testigo de como mi hijo sacrifico fiestas, reuniones, tuvo que dejar el Tae Kwon Do (que es lo que mas le gusta en la vida), renunciar al Fútbol. Era increible su dedicación, mientras sus amigos se divertían, el entrenaba a doble y hasta triple horario... Además, en el camino hubo muchas personas que les pusieron piedras en el camino, gente sin moral que no tiene reparos en meterse con un niño... Pero el siguió adelante.
Así, el día 15 de Diciembre fuimos al V Concurso Nacional "Ciudad de Huaral", ultima oportunidad de llegar al Mundial de Trujillo 2013, ultima oportunidad de mostrarle a propios y extraño su valía,  día en que mi Thiago, acompañado de Ariana -su pareja de toda la vida- obtuvo su primer campeonato; día en que obtuvo en la pista del Coliseo "Campeones de Huaral" su derecho a estar en el mundial; día en que me demostró que no importa la edad, el tiempo ni la experiencia para lograr aquello que realmente queremos si trabajamos "a brazo partido por ello"; este día mi hijo -de solo seis años- me dio una lección de vida, una lección que en mis 17 años de docente no había recibido, me dijo: "si se pueden alcanzar los sueños, pero solo si trabajamos arduamente por ellos".
Mañana nos vamos a Trujillo, orgullosos de lo que somos y de lo que hemos logrado... Menos de tres meses de sangre, sudor y lagrimas frente a los mas tres años de preparación de algunos; pero con toda la fe depositada en nuestro Thiago y su parejita, la lindisima Ariana... Fuerza chicos, se merecen estar donde están y mucho más, y recuerden siempre: el cielo es el limite!

jueves, 27 de septiembre de 2012

Con vergüenza ajena

Hace algún tiempo que estoy deseando escribir unas lineas, sin embargo algo dentro de mi ser no me deja tranquilo pues me siento herido en mi orgullo, en mi orgullo como maestro. Y es que no puedo sentir menos que vergüenza de compartir la noble profesión de maestro; la profesión que amo, aquella que considero como clave para lograr grandes cambios en nuestra sociedad; con una serie de delincuentes, que no encuentran mejor manera de expresarse que mediante la violencia en las calles. Así que utilizare estas lineas para liberar mi alma, para decirle al mundo que los verdaderos maestros seguimos trabajando, continuamos al pendiente de nuestros alumnos, prolongamos nuestro ideal de contribuir a que nuestro país avance; los auténticos maestros no lanzamos piedras al prójimo, no destruimos la propiedad del Estado Peruano, no cerramos calles, no hacemos apología al terrorismo; y sobre todo, los maestros serios seguimos siendo un ejemplo para nuestros discípulos.
Me gustaría saber con que autoridad moral estos delincuentes disfrazados de maestros, independientemente de las siglas que usen para sentirse un poco mas importantes -SUTEP o CONARE-, después se podrán presentar frente a sus alumnos. Seguramente pondrán "cara de conejo degollado" y justificaran su "lucha popular", o quizá los alentaran a "defender sus derechos" de la misma forma que ellos lo hacen, o tal vez piensen que sus alumnos son unos ignorantes que no saben percibir lo que pasa alrededor suyo.
Aunque traten de justificar o negar sus actos vandalicos y delincuenciales, toda la sociedad ha visto de lo que son capaces: de destruir; y un maestro del mundo real es un constructor, NUNCA un destructor. La sociedad ha puesto en nuestras manos el futuro, para que lo modelemos, para que lo construyamos, para que nuestros niños y jóvenes crezcan creyendo en que lograr un mundo diferente es posible si nos proponemos a construirlo juntos, con amor, paciencia, dedicación, entrega; desterrando la violencia, el egoísmo, la envidia y la maldad.
Creo yo que aquellos delincuentes que atentan contra el buen nombre de nuestra profesión no merecen llevarla nunca más, es hora de que el Colegio de Profesores del Perú haga algo y se manifieste retirando definitivamente la licencia a aquellos maestros que han sido plenamente identificados y que han participado en el atentado contra el aeropuerto de Juliaca, en la destrucción del Ministerio de Educación, en el cierre de calles, entre otras barbaries; es hora que el Ministerio de Educación los ponga en su sitio: en la calle, porque a las aulas no pertenecen; y finalmente es hora que la sociedad los llame como son: delincuentes, no maestros. Solo así dejare de sentir vergüenza ajena.
Antes de terminar, quiero saludar a todos mis colegas que laboran para el Estado y que son ajenos a esta penosa situación, a los que "les pican los pies" por volver a las aulas, y especialmente para los que se han organizado y siguen dictando clases a sus alumnos a pesar de los vejámenes a los que los someten los delincuentes de los que hablaba lineas arriba. Gracias por demostrarle al mundo que si podemos hacer la diferencia.
Ahora que ya libere mi alma, prometo escribir más seguido.

viernes, 6 de julio de 2012

La Gratitud al Maestro


Hace apenas unos días recibimos una visita inesperada en nuestro colegio; un amable caballero preguntaba por cierto directivo, al consultarle su nombre para anunciarlo, nos dijo que se trataba de un exalumno suyo que llevaba buscándolo buen tiempo –más de 30 años para ser precisos– para agradecerle todo que había hecho por él.
Esta escena me hizo evocar mi infancia y juventud –que quede claro que me siento joven aún– y me trajo a la mente a algunos de los más notables maestros y maestras que he tenido a lo largo de mi vida, personas para las cuales tengo pendiente una deuda de gratitud, la cual en muchos casos no podré saldar directamente porque ellos ya no están con nosotros físicamente. Creo que no me equivoco si digo que todos y cada uno de nosotros guardamos recuerdos imborrables de más de un maestro o maestra, figuras que nos llevaron de la mano por los laberintos culturales; que suavizaron el desamparo paterno en la escuela; que formaron nuestra personalidad y que nos convirtieron en ciudadanos responsables. Lamentablemente cuando uno se da cuenta de esto, es generalmente tarde y estas personas, por alguna u otra razón habrán desaparecido de nuestras vidas.
Recordemos que todos hemos pasado por las aulas, que hemos aprendido con nuestros maestros y maestras, y que si somos las personas que somos es gracias a ellos; por aquellas personas que dejaron hasta su ultima pizca de paciencia en las aulas con la única consigna de lograr que los superemos. Porque no existe ninguna otra labor en el mundo tan desprendida como la del docente, los únicos que no se sienten desplazados al ser superados por sus discípulos, todo lo contrario, el sentimiento de realización personal cuando esto ocurre no tiene precio.
A los padres decirles entonces que dejemos que realicen bien su labor, apoyando su trabajo; valorando su esfuerzo; reforzando en casa aquello que nos indiquen; dejemos de “poner piedras” en su camino en nuestro afán sobreprotector para con nuestros hijos; y lo más importante, agradezcamos su trabajo. De esta forma nos estaremos cobrando la revancha de las muchas veces que no pudimos decir gracias a nuestros propios maestros, estaremos saldando nuestra deuda de gratitud. Y a los chicos, valoren más el esfuerzo de sus maestros y maestras; respétenlos y aprendan de sus enseñanzas; den gracias de tenerlos a su lado en las buenas y en las malas, y háganles saber lo que significan para ustedes, no esperen para reconocer su trabajo, quizá cuando lo quieran hacer sea demasiado tarde.
No vayan a pensar ustedes que estas líneas las escribo esperando un saludo masivo; los que amamos la docencia; los que lo hacemos por pura vocación de servicio; los que disfrutamos con cada pequeño logro de nuestros pupilos no necesitamos de ello. Estas líneas las escribo no como docente, las escribo como exalumno de muchos maestros y maestras a los que agradecerles es un acto de justicia, pues gracias a sus enseñanzas estoy en donde estoy.
Me siento orgulloso de ser docente, de compartir lo que sé con las nuevas generaciones. De ver como poco a poco se van formando los nuevos profesionales del Perú; y sé que mis colegas se sienten igual; por eso, y antes de finalizar quiero desearles a todos ustedes, colegas docentes, un muy feliz día del maestro este 6 de Julio y que el Señor nos dé la fortaleza para seguir haciendo nuestro trabajo, con amor y paciencia.

05/07/2012 Actuación en Colegio Nuestra Señora del Rosario

viernes, 29 de junio de 2012

Disfrutemos nuestro trabajo

Antes de empezar a escribir, hago la aclaración que no existe ninguna persona ni evento reciente que hayan motivado lo que estoy escribiendo; si lo hago es porque me siento bendecido con mi trabajo, tanto así que no me cuesta trabajo -valga la redundancia- realizarlo, lo hago diariamente con alegría y placer... ¡y me pagan por ello!
Lamentablemente la postura de muchas personas es inversa a la mía, la alegría y placer -aunque efímeros siempre- están representados por la paga, pero para conseguirla hay que trabajar; y todos sabemos que aquello que es hecho por obligación se convierte en una tortura.
Muchas veces esta tortura es herencia de los padres, quienes en busca de "lo mejor para nuestros hijos" condicionamos su futuro profesional y no dejamos que se desarrollen en aquello que es su vocación profesional, eso que les gusta hacer, la actividad para la que son realmente buenos, el trabajo que disfrutan. Dejemos que nuestros hijos vayan formando su pensamiento libres de presiones, que logren construir su identidad propia, que consoliden sus capacidades y habilidades; así, seguramente escogerán una actividad acorde a su personalidad, actividad en la cual se volverán profesionales de éxito y conseguirán que el trabajo que desarrollen a futuro se vuelva un placer.
Pero tampoco es cuestión de culpar a los padres únicamente; muchas veces nosotros mismos cedemos ante las múltiples tentaciones del camino: la vanidad, la ambición, la avaricia y -como diría mi abuela- la madre de todos los vicios: la ociosidad.
Algunas veces nos sentimos imprescindibles en el trabajo, creemos que nadie está por encima de nosotros y esto se refleja en nuestra actitud frente a los demás, obviamente esta situación no ayuda en nada a crear un clima laboral amigable y nuestras relaciones con nuestro entorno serán frías. Debemos asumir que somos parte de una organización que busca metas comunes, que cada persona es valiosa en su posición y que el éxito depende de todos; esto ayudara a valorar a todos por igual y a mejorar nuestras relaciones.
Por otra parte están aquellos que hacen su trabajo a regañadientes, que cumplen con su función únicamente porque por ello les pagan, y que cuando lo han cumplido, ¡pobre de aquel que les pida algo más! Una actitud lamentable, si solo hacemos aquello por lo que nos pagan, pronto nos sentiremos aburridos y caeremos en lo rutinario. Debemos empeñarnos en trabajar, hacer siempre algo más de lo que se espera; así nos sentiremos mejor con nosotros mismos, tendremos metas cada vez más altas y exigentes, y seguramente seremos mejor recompensados por nuestro trabajo.
Finalmente debemos mencionar a las personas que no tienen sentido de pertenencia, que están a gusto porque la empresa para la cual laboran no es de su propiedad, porque la empresa se está "llenando los bolsillos" a costa de su trabajo. Si bien es cierto -en la mayoría de ocasiones- uno no es dueño de la empresa para la cual trabaja, el lugar donde trabajamos debe ser "nuestra" empresa; debemos sentir orgullo y satisfacción cuando todo marche por buen camino, y empeñarnos por trabajar más cuando las cosas no salgan del todo bien.
En resumen, debemos ponernos retos en nuestro trabajo, no ser unos empleados más, disfrutar lo que hacemos y hacerlo bien. Espero que estas líneas hayan ayudado en algo y logren que reflexionemos: es mejor cambiar de actitud antes que cambiar de trabajo. Así, el cambio de actitud es posible, si realmente amamos lo que hacemos, pronto dejara de ser un trabajo para convertirse en un placer.

Trabajemos en armonía con los demás y lograremos metas cada vez mas altas

domingo, 27 de mayo de 2012

Viviendo los Valores en Familia


Creo que todos estaremos de acuerdo que en la actualidad nuestra sociedad atraviesa una crisis de valores; vivimos inmersos en un mundo donde impera la ley del más fuerte, donde la violencia gana espacio día a día, donde el respeto hacía el prójimo se ha perdido, entre otras "perlas".
Ante esta perspectiva, los padres de niños y jóvenes en edad escolar han apuntado sus miradas y esfuerzos en matricular a sus hijos en instituciones serias que ofrecen una formación sólida en valores y una cultura educativa de paz.
Hasta ahí todo bien, pero... ¿y la labor de la familia? No olvidemos que nuestros hijos son el fiel reflejo de aquello que ven en nosotros, sus padres. Así, la buena educación y la formación de una escala valorativa coherente empieza por casa; es ahí donde debemos esforzarnos por inculcar a nuestros hijos el respeto, la honestidad, la solidaridad, la colaboración, la seguridad en si mismos y un largo etcétera. Un niño, un adolescente y un joven que aprendió todo ello en casa sabe que no esta bien mentir, robar, destrozar; así mismo sabe que no se debe dejar manipular, que su opinión cuenta y que la violencia es mala consejera. Estimados lectores, la buena educación, la formación de calidad, empieza por casa, no justifiquemos a nuestros hijos, dediquemos tiempo de calidad a ellos, y no pretendamos delegar nuestras funciones a los maestros de escuela.
El camino seguramente será difícil, porque hablar de valores no es hablar de una serie de conceptos complejos, los valores vienen de la convivencia cotidiana, de la práctica de normas sociales de vigencia permanente y coherente, de convicciones profundas que determinan la forma de ser y actuar. Practiquemos normas elementales de cortesía en casa (saludar, agradecer, entre otras) y veremos como nuestros hijos empiezan a aplicarlas en su día a día; tratemos de ser más tolerantes y pronto nos daremos cuenta de que la confianza de nuestros niños ha crecido; procuremos tener una comunicación más fluida y caeremos en cuenta de que ellos comienzan a ser mas comunicativos; respetemos al prójimo y al mundo en que vivimos y al poco tiempo veremos que su relación con el mundo que los rodea cambia para bien, y así, son muchos los ejemplos que les podríamos dar al respecto.
En resumen, los valores en nuestros niños y jóvenes son convicciones profundas que determinan su forma de ser y actuar, que involucran sus sentimientos y emociones, que expresan sus comportamientos y creencias; mismos que se forman en su diario camino por esta vida, ayudemos a que vivan sanamente en valores.


De que los tiempos han cambiado, que la sociedad ha cambiado, que el mundo esta cambiando... es cierto, pero si hay algo que no ha cambiado, y que nunca cambiara es que los cimientos de una buena educación, de una sólida formación en valores, de una convivencia sana con el mundo que rodea a nuestros hijos empieza por casa, empieza en familia. Hagamos entonces el esfuerzo y vivamos en valores, hagámonos responsables del futuro de nuestros hijos.
Volviendo al principio, seguramente vemos con preocupación todo lo que pasa alrededor nuestro y no sabemos que clase de mundo les espera a nuestros hijos; cambiemos eso dándoles una educación de calidad, en casa, en la escuela, en su día a día; si lo hacemos habremos entregado ciudadanos ejemplares al mundo, los mismos que serian promotores de una sociedad mas justa y fraterna, una sociedad en la cual se respeten y respeten el medio ambiente donde viven. Esta en nuestras manos, vivamos los valores en familia.