viernes, 23 de marzo de 2018

Matemática para la Vida

Como docente del área de matemática en secundaria, una de las cosas que siempre me llama la atención es la gran cantidad de adolescentes y jóvenes que llegan a este nivel odiando el curso, sintiendo que son unos negados para el asunto o que lo suyo es ir a vacacional de por vida. En respuesta a ello, algunos padres toman la nada sabia decisión de llevarlos a "colegios pre" -¿acaso esto existe en realidad?- y someterlos a intensas jornadas de inducción al pensamiento matemático con situaciones creadas especialmente para ello, situación que no es otra cosa que pretender convertirlos en calculadoras humanas.
Cada vez que me cruzo con un niño, adolescente o jovencito confundido e invadido por un mar de dudas acerca del complejo mundo de las matemáticas; lejos de llenarlos de teoremas y postulados, empiezo por explicarles que no existe ese mundo y que el único mundo que existe es este en el que vivimos, mismo que desde tiempos inmemoriales hemos tratado de comprender, explicar y manipular mediante el uso de modelos matemáticos. Es por ello que la matemática esta presente en todas las ramas del desarrollo humano y es como la vida misma: real, cruda e imperfecta.
Desde muy pequeños debemos dejar que sean los propios niños quienes manipulen el entorno que los rodea, buscando modelos reales que -poco a poco- les lleven a entender que la matemática está ahí siempre. También es vital dejar que desarrollen su creatividad e ingenio, no parametrarlos en situaciones ideales que difícilmente se cumplirán en el mundo real. Finalmente, debemos inculcarles el amor por la lectura, una lectura comprensiva y reflexiva que les lleve a poder plantear y desarrollar todo tipo de situaciones problemáticas en el futuro.
Una vez que hemos cumplido con todo lo mencionado previamente, nos daremos cuenta que la matemática dejará de ser un monstruo verde para nuestros hijos, y se convertirá en una materia amigable -que es diferente de decir fácil- y que constituirá un reto diario de desarrollo personal. La matemática es importante para la vida, para el avance y crecimiento personal y social; es hora de darle el lugar de importancia que se merece, no le demos la espalda ni busquemos falsas soluciones.
Enseñar a valorar y a usar la matemática como una herramienta para la vida es un reto que tomo de manera personal y lo dejo ahí solo para los valientes. En el otro lado quedarán mis colegas que se la quieren llevar fácil y los padres confundidos, insistiendo con la ¿enseñanza? pre y sus “problemas tipo”.

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