martes, 12 de diciembre de 2017

Un buen ciudadano respeta a la Policía

Dicen que la televisión es uno de los inventos más importantes de los últimos tiempos; una máquina que nos permite mantenernos informados, darle vida a nuestros personajes de ficción, ver nuestro deporte favorito y disfrutar de lo mejor del séptimo arte, entre otras bondades. Por ello, al llegar a casa luego de una ardua jornada, nada mejor que ponernos frente a este casi indispensable artefacto; ¡aunque a veces nos topamos con cada sorpresa!
Hace unos días observaba indignado como una señora, que pretendía dar vuelta en U por un lugar prohibido, empujaba con su camioneta a una policía de tránsito. No es la primera vez que vemos actitudes prepotentes y matonezcas frente a los miembros de nuestra Policía Nacional, lo cual me lleva a preguntarme, ¿dónde quedo el respeto por nuestras fuerzas del orden?
Aunque se trata de un problema que requiere ser enfrentado por múltiples sectores, con mucho pesar debo manifestar que el deficiente sistema educativo tiene una gran parte de culpa. Nuestras autoridades educativas no le dan importancia a los cursos formativos -aquellos destinados a inculcar valores en las futuras generaciones- y han ido suprimiendo en forma sistemática cursos que ellos consideran de menor transcendencia.
Recuerdo que en mis épocas de colegio existía un curso llamado Educación Cívica -seguro muchos de ustedes lo recordarán- en el cual nos enseñaban la frasecita cliché "el policía es tu amigo", nos mostraban la importancia de su trabajo, sabíamos que eran hombres y mujeres que estaban dispuestos a dar su vida por salvar la nuestra; en otras palabras, valorábamos su aporte en la sociedad. Actualmente dicho curso no existe, ha sido "absorbido" por otro curso que pretende englobar historia, geografía, economía, civismo y valores; es decir, perdió totalmente su sentido y finalidad.
Con lo expuesto anteriormente no pretendo ocultar otras causas que nos llevaron al irrespetuoso proceder que existe frente a la autoridad policial: sé que sus sueldos no son acordes con la importancia de sus funciones, soy consciente de la existencia de malos elementos dentro de la policía que los desprestigian, he notado que existen efectivos autoritarios y abusivos, conozco muchas familias que no orientan adecuadamente a sus hijos respecto a lo que es autoridad, entre otras.
Afortunadamente aún existen maestros y padres que educan en valores a sus hijos y les enseñan a apreciar el trabajo de la Policía Nacional del Perú, de los buenos policías, de aquellos que son mayoría y muy pocas veces nos acordamos. Existe un largo camino por recorrer para recuperar nuestros valores, ¿qué tal si empezamos de una buena vez? ¿o esperamos un tiempo hasta que nuestros hijos sean protagonistas del siguiente atropello a la autoridad televisado para entrar en razón?

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