viernes, 23 de marzo de 2018

Envueltos en una Cultura de Odio

De Laura Bozzo recuerdo una frase muy acertada -quizá la única buena que haya salido de sus labios- y nos decía que en nuestro país se había adoptado una cultura de odio. Hoy más que nunca estoy de acuerdo, el mal sembrado en nuestro medio llego al extremo de dejarnos sin Presidente de la República. A este lo habían tildado de lobbista, coimero, inmoral, corrupto, mentiroso y un largo etcétera; el ilusamente había procurado defenderse invocando a la reconciliación nacional; pero no sería suficiente para frenar una maquinaria destinada a desprestigiarlo, hostigarlo y obligarlo a abandonar; basto con hurgar un poco en su vida y utilizar viejas y conocidas artimañas para lograr su cometido.
Quiero ser claro y manifestar que no culpo de la salida del presidente a la llamada oposición pues el solo y sin ayuda cavo su tumba; pero tampoco vamos a negar que personas de dudosa reputación y que viven de las apariencias gracias a lo ingenuos que somos los peruanos al votar fueron quienes aceleraron su caida. Lo más lamentable es que estos personajes no son mejores que nuestro saliente presidente, son personas que viven del odio, la traicion, la venganza.
Estoy seguro que muy pocos se pusieron a pensar en qué pasaría si se logra la salida del Presidente, que casi nadie medito acerca de nuestra escasez de líderes políticos. Estoy convencido que los aspirantes a la banda presidencial no son mejores que PPK; su único mérito fue aprovechar la tendencia natural del peruano al odio.
Ya salieron a emitir su juicio de valor todos los carroñeros políticos, pretendiendo ser los paladines de la justicia, presumiendo de buscar la reconstrucción nacional; y toda una colección de patrañas, mentiras y falacias. Nos toca a nosotros, el pueblo peruano, decirles que estamos hartos de tanta falsedad, que no caeremos de nuevo en sus trampas, que no compraremos nunca más sus cuentos.
Hoy el Perú necesita estar unido, necesita desterrar aquella cultura de odio y necesita pensar en lo mejor para el futuro de todos y cada uno de los peruanos. Necesitamos más que nunca estar bien informados, requerimos de la más completa documentación, nos urge conocer los perfiles reales de aquellos personajes que buscarán llegar a lo más alto de la cadena de poder en el Perú; pensemos en lo mejor para el desarrollo de nuestros pueblos, no nos dejemos manipular por él populismo barato, ni hipnotizar por una cara bonita o conocida.
Lo dicho anteriormente aplica además para las elecciones municipales que se nos avecinan, ocasión dorada para demostrar que estamos cambiando, que ahora somos mejores queantes, que estamos mejor preparados y que no entregaremos nuestro voto sin antes estar bien informados. Caso contrario seguiremos siendo víctimas de nuestra propio odio, que no es más que nuestra propia ignorancia; cumpliéndose así aquello que nos dijo hace muchos años uno de nuestros grandes libertadores -quién, por cierto, es venezolano, pueblo que últimamente es blanco de nuestras más ácidas críticas- Don Simon Bolivar y terminaremos siendo artífices de nuestro propio fracaso como nación. ¡A demostrar que el Perú es grande por su gente! ¡Que viva el Perú!



Matemática para la Vida

Como docente del área de matemática en secundaria, una de las cosas que siempre me llama la atención es la gran cantidad de adolescentes y jóvenes que llegan a este nivel odiando el curso, sintiendo que son unos negados para el asunto o que lo suyo es ir a vacacional de por vida. En respuesta a ello, algunos padres toman la nada sabia decisión de llevarlos a "colegios pre" -¿acaso esto existe en realidad?- y someterlos a intensas jornadas de inducción al pensamiento matemático con situaciones creadas especialmente para ello, situación que no es otra cosa que pretender convertirlos en calculadoras humanas.
Cada vez que me cruzo con un niño, adolescente o jovencito confundido e invadido por un mar de dudas acerca del complejo mundo de las matemáticas; lejos de llenarlos de teoremas y postulados, empiezo por explicarles que no existe ese mundo y que el único mundo que existe es este en el que vivimos, mismo que desde tiempos inmemoriales hemos tratado de comprender, explicar y manipular mediante el uso de modelos matemáticos. Es por ello que la matemática esta presente en todas las ramas del desarrollo humano y es como la vida misma: real, cruda e imperfecta.
Desde muy pequeños debemos dejar que sean los propios niños quienes manipulen el entorno que los rodea, buscando modelos reales que -poco a poco- les lleven a entender que la matemática está ahí siempre. También es vital dejar que desarrollen su creatividad e ingenio, no parametrarlos en situaciones ideales que difícilmente se cumplirán en el mundo real. Finalmente, debemos inculcarles el amor por la lectura, una lectura comprensiva y reflexiva que les lleve a poder plantear y desarrollar todo tipo de situaciones problemáticas en el futuro.
Una vez que hemos cumplido con todo lo mencionado previamente, nos daremos cuenta que la matemática dejará de ser un monstruo verde para nuestros hijos, y se convertirá en una materia amigable -que es diferente de decir fácil- y que constituirá un reto diario de desarrollo personal. La matemática es importante para la vida, para el avance y crecimiento personal y social; es hora de darle el lugar de importancia que se merece, no le demos la espalda ni busquemos falsas soluciones.
Enseñar a valorar y a usar la matemática como una herramienta para la vida es un reto que tomo de manera personal y lo dejo ahí solo para los valientes. En el otro lado quedarán mis colegas que se la quieren llevar fácil y los padres confundidos, insistiendo con la ¿enseñanza? pre y sus “problemas tipo”.