sábado, 22 de diciembre de 2018

Educar, la profesión más importante del mundo

No Señor Presidente, la educación no es "otra solución", es la verdadera solución. Es hora que deje la educación en manos de los profesionales.

Fuente: América TV On Line (21.12.2018)
País curioso el nuestro, los medios de prensa nos bombardean con información respecto a los implicados en casos de corrupción -juicios, órdenes de captura, impedimentos de salida, pedidos de asilo y un largo etcétera- y sobre los denominados casos de violencia de genero; pero sospechosamente olvidan informar que se nos viene una nueva reforma educativa. Hoy no voy a analizar los temas de fondo de estas reformas, mucho menos los temas espinosos; hoy solamente voy a sentar mi posición respecto a los encargados de validar estas novedades en materia educativa y sobre la labor que debe tener el docente actual.
Me resulta sumamente curioso que a un docente para ejercer su profesión, le exijan grandes estudios, postgrado y ser colegiados; mientras que el Ministro de Educación no es docente. ¿Qué diablos sabe este señor de educación? ¿Cómo pretende dictar normas educativas para que nuestros niños y jóvenes que nos lleven al desarrollo si no es docente? ¿Acaso pretende tratar a todos los agentes educativos como números y hacer estadísticas? ¿Sabe acaso que la educación es la llave para llevar a los pueblos al desarrollo?
En lo personal, no me detendré ante tanta cortina de humo; seguiré luchando desde mi bastión por una educación de calidad y por darles a las nuevas generaciones las herramientas necesarias para ser exitosos, productivos y felices en medio de una conflictiva sociedad. Invito a todos mis colegas docentes a ponerse de pie y a trabajar con esa misma ilusión que tenían cuando abrazaron por primera vez la carrera docente; a luchar por lograr generaciones de ciudadanos que nos lleven a convertir el lugar en que vivimos en un lugar mejor para todos; y antes de que a algún genio que lea esta líneas se le ocurra tildarme de terrorista, le aclaro que un maestro no necesita de armas, violencia ni revueltas para lograr sus objetivos, todo lo hacemos con amor, convicción y paciencia.
Somos docentes, seámoslo siempre, porque es nuestra pasión y porque nosotros sí sabemos lo que hacemos.

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