domingo, 27 de mayo de 2012

Viviendo los Valores en Familia


Creo que todos estaremos de acuerdo que en la actualidad nuestra sociedad atraviesa una crisis de valores; vivimos inmersos en un mundo donde impera la ley del más fuerte, donde la violencia gana espacio día a día, donde el respeto hacía el prójimo se ha perdido, entre otras "perlas".
Ante esta perspectiva, los padres de niños y jóvenes en edad escolar han apuntado sus miradas y esfuerzos en matricular a sus hijos en instituciones serias que ofrecen una formación sólida en valores y una cultura educativa de paz.
Hasta ahí todo bien, pero... ¿y la labor de la familia? No olvidemos que nuestros hijos son el fiel reflejo de aquello que ven en nosotros, sus padres. Así, la buena educación y la formación de una escala valorativa coherente empieza por casa; es ahí donde debemos esforzarnos por inculcar a nuestros hijos el respeto, la honestidad, la solidaridad, la colaboración, la seguridad en si mismos y un largo etcétera. Un niño, un adolescente y un joven que aprendió todo ello en casa sabe que no esta bien mentir, robar, destrozar; así mismo sabe que no se debe dejar manipular, que su opinión cuenta y que la violencia es mala consejera. Estimados lectores, la buena educación, la formación de calidad, empieza por casa, no justifiquemos a nuestros hijos, dediquemos tiempo de calidad a ellos, y no pretendamos delegar nuestras funciones a los maestros de escuela.
El camino seguramente será difícil, porque hablar de valores no es hablar de una serie de conceptos complejos, los valores vienen de la convivencia cotidiana, de la práctica de normas sociales de vigencia permanente y coherente, de convicciones profundas que determinan la forma de ser y actuar. Practiquemos normas elementales de cortesía en casa (saludar, agradecer, entre otras) y veremos como nuestros hijos empiezan a aplicarlas en su día a día; tratemos de ser más tolerantes y pronto nos daremos cuenta de que la confianza de nuestros niños ha crecido; procuremos tener una comunicación más fluida y caeremos en cuenta de que ellos comienzan a ser mas comunicativos; respetemos al prójimo y al mundo en que vivimos y al poco tiempo veremos que su relación con el mundo que los rodea cambia para bien, y así, son muchos los ejemplos que les podríamos dar al respecto.
En resumen, los valores en nuestros niños y jóvenes son convicciones profundas que determinan su forma de ser y actuar, que involucran sus sentimientos y emociones, que expresan sus comportamientos y creencias; mismos que se forman en su diario camino por esta vida, ayudemos a que vivan sanamente en valores.


De que los tiempos han cambiado, que la sociedad ha cambiado, que el mundo esta cambiando... es cierto, pero si hay algo que no ha cambiado, y que nunca cambiara es que los cimientos de una buena educación, de una sólida formación en valores, de una convivencia sana con el mundo que rodea a nuestros hijos empieza por casa, empieza en familia. Hagamos entonces el esfuerzo y vivamos en valores, hagámonos responsables del futuro de nuestros hijos.
Volviendo al principio, seguramente vemos con preocupación todo lo que pasa alrededor nuestro y no sabemos que clase de mundo les espera a nuestros hijos; cambiemos eso dándoles una educación de calidad, en casa, en la escuela, en su día a día; si lo hacemos habremos entregado ciudadanos ejemplares al mundo, los mismos que serian promotores de una sociedad mas justa y fraterna, una sociedad en la cual se respeten y respeten el medio ambiente donde viven. Esta en nuestras manos, vivamos los valores en familia.