sábado, 16 de febrero de 2013

En Memoria de la Mejor

Recuerdo aquella mañana, recibiendo esa llamada, no se como describirlo, pero algo dentro de mi me impulso a exigir que me digan que estaba ocurriendo, algo malo presentía  y entonces recibí la noticia. Recuerdo también mi desesperación por vestirme y salir lo mas rápido posible de casa, tenia que ir a ver que estaba ocurriendo; y aunque solo me separaban unas seis cuadras de distancia, el recorrido se hizo eterno.
Al llegar, mis peores sospechas se hicieron realidad: te habías ido... el dolor era -y es- indescriptible; ¿no podías haber escogido peor momento para dejarme? solo faltaban dos días para mi cumpleaños, solo faltaban dos días para reunirnos en familia y celebrar... pero Dios no espera y te necesitaba a su lado en ese momento; sin importar lo infeliz que esto me hacia.
Recuerdo al personal de la Clínica -malditos bastardos- impidiendo que te pueda ver; recuerdo las coordinaciones con la funeraria; recuerdo a mi tío llegando a Lima; recuerdo el traje que te enfundaron ese día. Recuerdo los centenares de personas que nos visitaron; recuerdo a tus bisnietos cantando happy birthday con las velas; recuerdo las personas inoportunas que pensaban que estaba para bromas; recuerdo el pisco "Cuatro Gallos" que tome para soportar el dolor.
Recuerdo también el dolor de mi abuelo -de hecho no recuerdo haberlo visto llorar antes de ese día- el en ningún momento se alejo de tu féretro  siempre estuvo ahí, done siempre estuvo durante todos sus años de matrimonio: a tu lado. Una postal al amor, al amor del bueno, ese que no pudieron dañar los años, la envidia, las peleas; un amor a prueba de balas!
Recuerdo también tus manos frías  empuñando el Santo Rosario, ese símbolo de fe que llevaste durante muchos años con orgullo y valentía  recuerdo aquel momento junto a tu cuerpo sin vida, el momento mas triste de toda mi existencia, Dios mio, ¿por qué te la llevaste?
Pero no pienses que solo recuerdo es día, recuerdo haber sido tu nieto predilecto, aquel que llego al mundo solo dos años después de que perdieras a uno de tus hijos -innumerables las veces que me dijiste Maurito!- aquel que desde muy pequeño llevaste a todas tus aventuras, aquel al que enseñaste a ser "cachibachero", aquel que te saco "canas verdes", aquel que aprendió de tu experiencia, aquel que gozaba con todas y cada una de tus historias, aquel en el cual vivirás para siempre! Recuerdo tu "verbo florido", recuerdo tu honestidad e integridad, recuerdo que nunca me llamaste la atención, recuerdo que siempre me corregiste y siempre me apoyaste en todo.
Mamá Tota, te extraño, me haces falta!!! No te imaginas cuanto daría por un momento contigo para poder agradecerte todo lo que hiciste por mi. Te amo y siempre te amare!!!

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